Un aficionado a las cosas de lo Alto

Tony Allysson es natural de la Morrinhos, ciudad localizada a 120 km de Goiania.
Dueño de una vena artística incontestable vió surgir el interés por la música cuando era niño.

Siempre gustó de cantar y aprendió a tocar guitarra con 11 años. A pesar del futuro promisorio revelado en la infancia, cuando era adolescente se entregó al mundo de las drogas experimentando el alcohol, la marihuana, la cocaína y el éxtasis.

Fue rescatado en un momento de dolor al descubrir que la madre tenía cáncer de mama.

Desesperado fue llevado a un congreso de la renovación carismática católica.

Escuchó la prédica de un carismático que invitaba a entregarse a la oración, oyó una profecía que decía que la mamá de un joven que estaba presente sería curada en aquel momento. Allí experimentó el poder de Dios, recibió la gracia, pero todavía se resistía.

Fue entonces atraído a un encuentro de jóvenes y, aún incrédulo, fue tocado por el testimonio de un ex drogadependiente que después de la conversión recibió el don de profecía.

Incomodado con el testimonio, fue en búsqueda de ese hombre y le pidió experimentar el poder de Dios. Invitado a realizar su primer seminario de vida en el Espíritu Santo fue acompañado con ése nuevo amigo.

Recibió la efusión del Espíritu Santo y experimentó el amor incondicional de Dios.
Desde entonces dedica toda su vida a la prédica y al ministerio de música con el objetivo de propagar el poder de Dios. Su testimonio de vida trae esperanza a un mundo cada vez más incrédulo.
A través de la predicación del Evangelio de Jesús, él incentiva a buscar las cosas de Dios. "Si resucitaste con Cristo, busca entonces las cosas de lo alto, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios Padre. Aficiónate a los cosas de lo Alto y no a las de la tierra"