sábado, 1 de marzo de 2014

Descanso en el Espíritu - Impulso de cambio

¿Es verdad que el descanso es de Dios sólo cuando uno cae hacia atrás? 

Bien; el signo de discernimiento del descanso auténtico no es el de caer hacia adelante o hacia atrás, sino la presencia operativa de Dios en el alma, que se conoce por la sanación y los frutos buenos de paz, fe y amor que se producen. En el Huerto de los Olivos, algunos de los soldados que venían a prender a Cristo, al oír de sus labios el " YO SOY ", retrocedieron hacia atrás y cayeron al suelo de espaldas (Jn !8, 5). Sólo porque cayeran hacia atrás, no nos costa el que tuviesen verdadero descanso en el Espíritu. Pudo tratarse de un signo para mostrar que el poder de Cristo es superior al poder de los hombres. Bien es verdad que Ana Catalina Emmerick, monja agustina estigmatizada, que fallece el 1824, nos dice en sus escritos de la Pasión que el Señor le manifestó que aquellos soldados que cayeron de espaldas, se levantaron del suelo convertidos.

Entonces se habría dado un descanso en el Espíritu con frutos de conversión en aquellos soldados caídos al suelo a la voz de Cristo. En este caso al caer de espaldas sería de Dios. Pero es que también al caer de bruces, hacia adelante, en algunas ocasiones es de Dios. Recordad el caso del profeta Daniel. Dios le ha abrumado con su presencia poderosa y cae de bruces en un letargo con el rostro a tierra (Dan.10,9). Cuando quiere ponerse en pie, no puede y adopta la ridícula postura de querer andar a cuatro patas (Dan. 10,11); y la palabra de Dios nos lo cuenta sin miedo a los discernidores prudentes y sensatos dictaminen que este descanso en el Espíritu del profeta Daniel no es de Dios ni favorece el prestigio social y religioso del vidente ni se puede juzgar con sensatez que este sea un camino razonable y prudente para nadie. En Daniel 10,15, Dios vuelve a hablar con el profeta y éste vuelve a caer de bruces, hacia adelante.

Y Dios está actuando. Cuando por la fuerza poderosa del Dios presente, las fuerzas corporales abandonan a Daniel temporalmente, el profeta cae hacia adelante. La dirección de la caída corporal no tiene excesiva importancia en un discernimiento espiritual, si la tiene en cambio, el que el impulso que provoca la caída provenga de la poderosa y avasallante presencia del Dios vivo.

p. Ceferino Santos sj

No hay comentarios:

Publicar un comentario