Aprender a lidiar con la angustia,
enfrentarla con serenidad y transformarla es tarea muy exigente, pero posible.
Te propongo que, al contrario de la fuga, experimentes y procures dar atención a la angustia que sientes,
de manera que puedas percibir los desafíos que te indica, la fragilidad a vencer,
la invitación a reconocer las flaquezas, la tarea que necesita ser realizada ahora.
Tal vez sea el momento de pedir ayuda.
Nuestras flaquezas no son nuestras enemigas!
Pueden ser luces que nos conduzcan por caminos que, aparentemente,
no llevan a ningún lugar. Pero, enfrentando la tribulación, apoyado en el silencio y en la oración,
también nos pueden decir cómo podemos ser mejores.
Estoy rezando por vos!
Tu hermano,
Ricardo Sá.
Adaptación del original en português.
fuente: mensaje del día www.cancaonova.com
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