Lo más duro en la vida no es quedarse solo, lo más duro en la vida es tener personas a tu lado y parecer que no tienes a nadie.El ser humano hoy es más amigo de las máquinas, los animales y las cosas que de otro ser humano.
La realidad es que en una sociedad superficial, nuestras relaciones acaban también volviéndose superficiales.
Nada te impide conocer muchas personas, pero invierte en amistades sinceras y auténticas.
Ellas son difíciles, raras y exigentes.
Además, ellas serán alimentos de paz para tu alma independientemente del tiempo y de la distancia.
Cultivar una buena amistad es un bálsamo para tu corazón.
Vivir de amistades superficiales sofoca el alma en la penumbra de la soledad.
p. Roger Araujo
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