lunes, 28 de abril de 2014

Vida de Oracion - Beneficios

vidadoracion1Beneficios de la vida de Oración

   
Cuando oramos, el brillo de la vida divina brota del interior.

Una de los más grandes descubrimientos que ya hice en mi vida fue saber que Dios me ama y me acoge independientemente de lo que hago, pues El me ama como soy. En este caso, si yo rezo o no rezo, independientemente de lo que hago, El continúa amándome con la misma intensidad. En el mundo existen millones de personas que nunca oraron y sin embargo no dejan de vivir. Trabajan, estudian, viajan, hacen sus descubrimientos, construyen edificios, van a la playa, al centro comercial y viven naturalmente. Entonces aparece la pregunta que ya oí varias veces: “¿entonces para qué rezar?”.

La respuesta puede ser dada de innumerables formas, pero creo que la vida dice más que las palabras. Mientras escribo, me acuerdo de tantos momentos en los cuales, sin saber qué hacer, busqué la dirección de Dios a través de la oración y fui ayudada. Seguro tu también ya viviste experiencias así y es en esa hora que percibimos el valor de la oración en nuestra vida.

Padre Kentenich, autor del libro “Santidad de todos los dias”, dijo que cuando oramos, además de parecernos a Jesus, que es orante por excelencia y de acercarnos al Padre que nos ama en Cristo, nos volvemos posuidores de las riquezas divinas, ya que la vida de los santos y cristianos piedosos confirma que los tesoros de Dios están a disposición de aquellos que rezan. En realidad, existe algo que no podemos olvidar jamás: No es Dios quien neesita nuestras oraciones, sino que somos nosotros los que necesitamos sua Gracia. y ésta acostumbra manifestarse cuando a El recurrimos por medio de la oración.

La oración también tiene el poder de despertar nuestros sentidos para que percibamos los regalos que Dios nos da y que por una razón u otra no podemos reconocerlos. Es que cuando oramos el Espíritu Santo nos devuelve la calma, así tenemos condiciones de ver el otro lado de la historia, quitando los ojos de nosotros mismos y del problema en sí. Además esa es una de las más grandes gracias alcanzadas por la oración. Ya que cuando estamos con dificultad naturalmente acabamos colocando el problema como centro de nuestra vida y eso nos impide encontrar la solución para él.

Ya oí decir que la oración es como un grito, un pedido de socorro, aunque sea en el silencio, pues Dios ve el corazón y no deja a quien ora, sin respuesta. Existe hasta una historia que puede ilustrar bien esta afirmación:

“Se cuenta que estando un navío, ya varios días en el mar, se había agotado su reserva de agua potable. El capitán no veía ningún margen en el horizonte y los viajeros sentían cada vez más sed, hasta que vieron un barco que navegaba a su encuentro y gritando, pidieron que los socorriera con agua dulce.”

Mientras tanto, obtuvieron, también a gritos, la respuesta: “Cojan agua del mar y tómenla, ¿no ven que es agua dulce?”. Probaron. Y cogiendo agua del mar, notaron que ya hacía tiempo estaban navegando en agua dulce, en un inmenso estuario de un río”.
Podemos concluir que si los tripulantes del navío no pedían ayuda, podrían morir de sed estando tan cerca al agua dulce. En nuestro caso, cuando no oramos, corremos el mismo riesgo de estar tan cerca de la solución y no percibirla.

vidadoracion2Por esta y otras razones, considero que la oración es importante y hasta fundamental para una vida plena. Ella nos coloca en sintonía con Dios  y esta es la gracia más grande que podemos desear como cristianos. También es verdad que cuando oramos, el brillo de la vida divina, que está en nosotros, brota del interior, como que transfigurando nuestro rostro. No sé si ya observaste que las personas ancianas que llevaron una vida pura y agradable a Dios tienen una apariencia sobrenatural, un ejemplo claro es el inolvidable y querido Juan Pablo II. Personas santas, independientemente de la edad, a veces nos parecen seres de otro mundo. Es que la oración nos transfigura y nos hace poco a poco, semejantes a Aquel a quien buscamos.

Por lo tanto, a pesar de saber que Dios nos ama y nos acoge independientemente de que si rezamos o no, tenemos muchas razones para recurrir a El por medio de la oración.
Si hoy estás pasando por alguna situación dificil, si estás atribulado y no sabes a donde ir, te invito a rezar conmigo. Es el mismo Señor quien dice: “Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, que yo los aliviaré“  (Mateo 11, 28). Jesús llama para El todos nuestros dolores, aflicciones y angustias y nos da la seguridad de que, si creemos en su Palabra y guardamos sus mandamientos, seremos liberados del mal.

Coloquémonos ahora en la presencia de Jesús y oremos:
Señor Jesucristo, yo recibo tu amor, acojo la salvación que nos trajiste por tu muerte en la Crus y resurrección gloriosa. Te invito a entrar ahora en mi vida, tocar mi corazón y poseer todo mi ser. Ven y cura mis heridas, Señor lava con tu sangre mi corazón sufrido y restaura mi esperanza, mi fe, mi alegría. Solo te tengo a Ti, Señor, y hoy te busco con todo mi corazón.

Gracias por tu infinito amor Señor, gracias por acoger mi oración y la de tantos que rezan en este momento. A ti toda honra, gloria y alabanza para siempre!
Puedes continuar orando..


Djanira Silva
Comunidad Canción Nueva

Lee más:
=> La oración debe ser libre e insistente (Homilía del Papa Francisco)
=> El don de la oración

fuente Portal Canción Nueva en español

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