jueves, 5 de noviembre de 2015

Comprendiendo La Palabra

Alégrense conmigo, porque ya encontré la oveja que se me había perdido.
Lucas 15, 5

La Escritura dice que en el cielo ¡hay fiesta cada vez que un pecador se arrepiente! ¿Por qué Jesús contó tres parábolas para ilustrar esta verdad y no una sola?

Podemos suponer que Jesús, que era experto en parábolas, quiso combinar los tres episodios para poner más énfasis en su enseñanza. Cada cosa perdida, que era de mayor valor que la anterior, logró que la gente escuchara su mensaje con plena claridad y sin confusiones. El Señor también era un gran maestro y como tal posiblemente usó la repetición para asegurarse de que sus oyentes recordaran la lección, un elemento vital de toda su enseñanza; quiso que todos nosotros recordáramos que la misión primaria de la Iglesia se encuentra fuera de las paredes de la iglesia. También es posible que usando tres parábolas que eran similares, aunque diferentes, el Señor pudiera ofrecer una revelación especial que cada uno podría ir descubriendo poco a poco.

Todo esto es posible; pero hay todavía otra explicación. Tal vez contando estas tres historias, Jesús también ofrecía a cada uno de sus oyentes la posibilidad de vislumbrar algo en su propio corazón y mente. Sabía que muchas de las personas que lo acompañaban aún no sabían que él era alguien que estaba dedicado a buscarlos y traerlos a la presencia de Dios. Por eso, mientras observaba las expresiones de quienes le escuchaban, no podía limitarse a contar una sola parábola acerca de la alegría que hay en el cielo cuando se convierten los pecadores. No bastaba una sola historia para comunicar la alegría que él sentía al encontrar y rescatar a todos los que estaban perdidos; no bastaba para comunicar el anhelo del corazón del Dios de que todos sus hijos vuelvan a casa.

Únase hoy a los que se van acercando a Cristo y vea la mirada de cariño que él le da a usted. Si no conocía personalmente a Jesús, usted probablemente estaba perdido y ahora Jesús lo ha encontrado. ¡Qué alegre resuena en el cielo la celebración por su cambio de vida!
“Señor y Salvador mío, te doy gracias por salir a buscarme y encontrarme. En este momento abro mi corazón para que tú vengas y hagas tu morada en mí. Así podré ayudarte a salir a buscar y salvar a otros.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario