lunes, 28 de enero de 2019

El Espíritu Santo

San Cirilo de Jerusalén, Catequesis IV, Los diez dogmas, n. VII, 16
El Espíritu Santo

16. Cree también en el Espíritu Santo y piensa de él lo que has aceptado del Padre y del Hijo, y no según los que ensenan cosas erróneas sobre él [26]. Aprende por tanto que este Espíritu Santo es uno y, además, indiviso y omnipotente. Al realizar muchas cosas, no obstante, no se divide. Conoce los misterios, todo lo escruta, hasta las profundidades de Dios; descendió sobre el Señor Jesucristo en forma de paloma (Lc 3,22), había estado actuante en la ley y los profetas, pero también ahora sella tu alma con ocasión del bautismo [27]: de su santidad necesita ahora toda la naturaleza racional y, si alguien se atreviere a blasfemar contra él, no se le perdonara ni en este mundo ni en el venidero (Mc 3,29 par.). Juntamente con el Padre y el Hijo posee el honor y la gloria de la divinidad; también de él necesitan los tronos y las dominaciones, los principados y las potestades [28]. Pues solo hay un Dios, Padre de Cristo; y hay un solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios; y un solo Espíritu Santo, que todo lo santifica y lo deifica, y que hablo en la Ley y los Profetas, en la antigua y en la nueva Alianza.


Notas (con números del texto original)

[26] Con lo cual Cirilo afirma la identidad de naturaleza del Espíritu Santo con el Padre y el Hijo.

[27] El momento del bautismo es presentado por el texto original como un kairos, es decir, como una oportunidad salvífica. Por otra parte, el empleo del verbo “sellar” (de nuevo, sfragidsein) remite a lo que anteriormente se señaló varias veces sobre la teología del “carácter”, referido tanto al bautismo como al don del Espíritu y a la confirmación. Cf. Procatoquesis, nota 36.

[28] Al aplicar al Espíritu Santo todo lo que se dice del Hijo, se le atribuye lógicamente también a aquél lo que se dice sobre el triunfo y la supremacía de Cristo en Col 1,16 y Ep 1,2. También en esto se observa que, si bien Cirilo de Jerusalén no es, propiamente hablando, creativo en teología trinitaria, es al menos un buen testigo de la misma.

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