viernes, 15 de marzo de 2019

NUESTRA VIDA NECESITA SER UN CONTINUO ENTRENAMIENTO DE ADORACIÓN


Hemos sido creados para adorar al Señor, el resto es consecuencia. El apostolado y trabajo que hago en la comunidad "Canción Nueva" es consecuencia, y necesita ser consecuencia. No niego que el Señor me dio la gracia y el don de la eficacia de la palabra, y es preciso usarla porque es un don, pero ese don es una consecuencia, porque, primeramente experimento la adoración. Mi predicación y eficacia de la palabra "que necesito usar como don" es consecuencia.
Tu ministerio es una consecuencia, porque, primero, hay que vivenciar la adoración. Vos y yo fuimos creados para adorar al Señor y Él quiere "adiestrarnos" en eso, como un adiestrador hace con los perros. Y ese es un trabajo arduo que requiere horas de entrenamiento. Y el perro necesita acompañar todo el entrenamiento.
El Señor quiere adiestrarnos para que aprendamos el arte de la adoración. Es algo nuevo que Él tiene para nuestras vidas. Nosotros nos considerábamos maestros de la oración, sólo que no lo somos y ni siquiera aún hemos conseguido el verdadero aprendizaje para el cual fuimos creados. Nuestra vida necesita ser un continuo entrenamiento de adoración.

Tu hermano,
Monseñor Jonas Abib 
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
Adaptación del original en portugués


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