domingo, 11 de agosto de 2019

ADMINISTRADORES DEL MINISTERIO DE DIOS


“Administradores del misterio de Dios”

El Señor, queriendo explicar el peculiar ministerio de aquellos siervos que ha puesto al frente de su pueblo, dice: «¿Quién es el criado fiel y solícito a quien el Señor ha puesto al frente de su familia para que les reparta la medida de trigo a sus horas? Dichoso ese criado, si el Señor, al llegar, lo encuentra portándose así.» ¿Quién es este Señor, hermanos? Cristo, sin duda, quien dice a sus discípulos: «Vosotros me llamáis “el Maestro y el Señor”, y decís bien, porque lo soy» (Jn 13,13). ¿Y cuál es la familia de este Señor? Sin duda, aquella que el mismo Señor ha liberado (…). Esta familia santa es la Iglesia católica, que por su abundante fertilidad se encuentra esparcida por todo el mundo y se gloría de haber sido redimida por la preciosa sangre de su Señor. «El Hijo del hombre —dice el mismo Señor— no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos» (Mc 10,45). El mismo es también el buen pastor que «entrega su vida por sus ovejas» (Jn 10,11). (…)

Quien es el criado que debe ser al mismo tiempo fiel y solícito, nos lo enseña el apóstol Pablo cuando, hablando de sí mismo y de sus compañeros, afirma: «Que la gente sólo vea en nosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Ahora, en un administrador, lo que se busca es que sea fiel» (1Co 4,1-2). Y para que nadie caiga en el error de creer que el apóstol Pablo designa como administradores sólo a los apóstoles (…), el mismo apóstol Pablo dice que los obispos son administradores: «El obispo, siendo administrador de Dios, tiene que ser intachable» (Tt 1,7).

Somos siervos del padre de familias, somos administradores de Dios, y recibiremos la misma medida de trigo que os servimos.

San Fulgencio de Ruspe (467-532)
obispo en África del Norte
Sermón 1, sobre los siervos del Señor; CCL 91A, 889 (trad. breviario - Común de los pastores)

No hay comentarios:

Publicar un comentario