miércoles, 21 de agosto de 2019

En la Iglesia y para la Iglesia

En nuestro artículo anterior presentamos la importancia de conformar verdaderos grupos de oración carismáticos, mostrando la importancia de estar vinculados a la Renovación Carismática Católica. Ahora veremos lo clave que es la integración de los grupos de oración a la vida de la Iglesia. Es así que reflexionaremos sobre la implicancia del compromiso de ser parte activa de nuestra parroquia. 

En primera instancia daré unos puntos claves de cómo formar un grupo de oración, estando siempre vinculado a la vida parroquial: 

- ORACIÓN: El primer paso es estar en oración, pidiendo a Dios que le muestre las oportunidades y necesidades de evangelización. En general, los grupos de oraciones comienzan con 3 ó 4 miembros, que se reúnen una vez por semana para pedir por el futuro grupo de oración que va a nacer. Todo esto se realiza poniendo al tanto al Coordinador Diocesano, Parroquial o la autoridad correspondiente. 

- PERMISOS: Es conveniente recordar que apenas se vaya materializando la formación del Grupo de Oración, se debe dar aviso al Cura Párroco, de tal forma a cumplir con uno de los principios fundamentales de nuestro movimiento, la RCC nace en la Iglesia y para la Iglesia. 

- DIVULGACIÓN: El tiempo necesario para divulgar un Grupo de Oración varía de acuerdo con la madurez espiritual que pueda tener el Equipo Timón. Cuando los líderes adquieren la seguridad necesaria para abrir el Grupo a otros participantes, hay varios medios de los cuales nos podemos valer para realizar la propaganda del nuevo grupo de oración, entre ellos se puede mencionar: carteles, volantes, pancartas, participación en los eventos parroquiales, todos ellos con mucha creatividad. Carteles alegres y coloridos siempre son bienvenidos (cuidando no caer en el exceso), en cuanto a las frases que se colocan, las mismas deben ser cortas pero llamativas. Los materiales de comunicación pueden estar colocados en los pasillos de las parroquias, capillas, colegios o lugares que tengan mayor circulación. 



Pero, sin duda alguna, hablar con cada persona es la mejor publicidad. Da más trabajo, exige más tiempo, testimonio de vida, pero puede ser la forma que Dios escogió para hacer un llamado. 

Finalmente quiero citar algunos textos bíblicos en los que podemos basar desde la Palabra de Dios la importancia de crear grupos de oración: 

- Mt. 18, 19 – 20: ”Así mismo, si en la tierra dos de ustedes unen sus voces para pedir cualquier cosa, estén seguros que mi Padre Celestial se le dará. Pues donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, ahí estoy Yo en medio de ellos”. 

- Grupos de Oración en el NT: He 1, 14 “Todos ellos perseveraban en la oración y con un mismo Espíritu”; He 2, 42 – 47 “Acudían asiduamente a la enseñanza de los Apóstoles….” 

- Otros textos: Ef. 5, 18 – 21; 1 Cor 14, 26; Col 3, 16 – 17.

Kathia Arango
RCC de habla hispana de EEUU

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