martes, 29 de septiembre de 2020

RESONAR DE LA PALABRA - Evangelio según San Juan 1,47-51


Evangelio según San Juan 1,47-51
Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: "Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez".

"¿De dónde me conoces?", le preguntó Natanael. Jesús le respondió: "Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera".

Natanael le respondió: "Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel".

Jesús continuó: "Porque te dije: 'Te vi debajo de la higuera', crees . Verás cosas más grandes todavía".

Y agregó: "Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre."



RESONAR DE LA PALABRA

Queridos hermanos:

En la lectura continuada que venimos haciendo del libro de Job y del evangelio de Lucas, hoy la liturgia nos propone un paréntesis con la celebración de los Santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael.

Los tres textos de este día están unidos exteriormente por los personajes de los ángeles, si bien tratan temas diversos. La primera lectura habla del triunfo de Cristo y sus seguidores sobre sus enemigos, el salmo responsorial es una acción de gracias a Dios por sus expresiones (misericordia, fidelidad, gloria, etc.), y en el evangelio se condensa la teología joánica: Jesús es rabí, Hijo de Dios, Rey de Israel.

Volvamos al punto de unión, los ángeles. Son seres que adquirieron un protagonismo excepcional en la literatura sagrada y profana del pueblo hebreo, conocida como apocalíptica, entre los siglos III a.C. y II d.C. Había ángeles buenos y malos, de rango inferior y de grado superior, novatos y veteranos. Capaces todos ellos de dominar cualquier situación o criatura mundana o semimundana. Se les veía generalmente en los espacios celestes sosteniendo luchas perpetuas acompañadas de los más extraordinarios fenómenos atmosféricos o de cualquier otro orden imaginable. Y por encima de todo estaba el Dios supremo, el dueño de todo y conocedor del desenlace de todas las batallas.

¿Por qué este tipo de imágenes? Exactamente no lo sabemos (como ocurre al preguntarnos por la causa de la aparición de un determinado género literario). Lo que sí es cierto es que en esta época Israel, por un lado, y los cristianos por otro, comparten situaciones similares: el rechazo, unas veces directo y otras más encubierto, por parte de las autoridades civiles y/o religiosas, o de cualquier otro grupo influyente. Los grados a los que llegó esta oposición fue muy variado.

La actualización del mensaje es clara: la celebración de los Santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael nos acerca a las situaciones de rechazo individuales o comunitarias, para confiar que el bien tendrá la última palabra en nuestro mundo, y para que esta convicción nos haga ser personas y comunidades de salvación.

CR

fuente del comentario CIUDAD REDONDA
 

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