domingo, 25 de marzo de 2012

25 de Marzo - ¡Llega la hora!

Quinta semana de Cuaresma
Jesucristo, rostro divino del hombre,
Rostro humano de Dios.


 

Jesucristo es la buena nueva de la Salvación comunicada a los hombres de ayer, de hoy y de siempre, y, al mismo tiempo, Él es también el primer y mayor evangelizador. La iglesia debe colocar el centro de su atención pastoral y de su acción evangelizadora en Cristo crucificado y resucitado. Todo lo que se proyecta en el campo eclesial debe partir de Cristo y de su Evangelio. Por esto mismo, la Iglesia en toda América debe hablar cada vez más de Jesucristo, rostro humano de Dios y rostro divino del hombre. Este es el anuncio que verdaderamente mueve a los hombres, que despierta y transforma los ánimos, o sea, que convierte. Es preciso anunciar a Cristo con alegría y fortaleza, y sobre todo con el testimonio de la propia vida. (Ecclesia in América 67)


El nombre de Jesucristo debe ser proclamado en todas partes. Nuestro retiro llegará a los pies de la cruz, donde seremos invitados a hacer nuestra profesión de Fe en el Hijo de Dios.


25 de Marzo
Domingo, día del Señor


Muchos vinieron de lejos para conocer a Jesús. Allá en el inicio, fueron hombres llegados de oriente, viajando detrás de una estrella. En el correr de la vida pública de Jesús eran ciegos, sordos, mudos, cojos, lisiados, prostitutas y toda clase de pecadores públicos.
Acudían a Él, escribas, fariseos, pobres y ricos, malos y buenos.
Es que la invitación estaba dirigida a todos!
Las opciones fueron hechas poco a poco.
En éste domingo, pongámonos en la piel de algunos extranjeros que se aproximaron a los apóstoles:


"Entre los que habían subido para adorar durante la fiesta, había unos griegos que se acercaron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y le dijeron: «Señor, queremos ver a Jesús». Felipe fue a decírselo a Andrés, y ambos se lo dijeron a Jesús. Él les respondió: «Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser glorificado. Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. El que tiene apego a su vida la perderá; y el que no está apegado a su vida en este mundo, la conservará para la Vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde yo esté, estará también mi servidor. El que quiera servirme, será honrado por mi Padre. Mi alma ahora está turbada. ¿Y qué diré: "Padre, líbrame de esta hora"? ¡Si para eso he llegado a esta hora! ¡Padre, glorifica tu Nombre!». Entonces se oyó una voz del cielo: «Ya lo he glorificado y lo volveré a glorificar». La multitud que estaba presente y oyó estas palabras, pensaba que era un trueno. Otros decían: «Le ha hablado un ángel». Jesús respondió: «Esta voz no se oyó por mí, sino por ustedes. Ahora ha llegado el juicio de este mundo, ahora el Príncipe de este mundo será arrojado afuera; y cuando yo sea levantado en alto sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí». Jesús decía esto para indicar cómo iba a morir."
Juan 12, 20-33



Para participar bien de la Eucaristía de éste domingo,
lee los textos de la Liturgia:
Jeremías 32,31-34
Salmo 50
Hebreos 5,7-9
Juan 12,20-33


Con el Evangelio de San Marcos llegamos a Jerusalén y acompañaremos la Pasión del Señor. También San Juan, en el Evangelio de éste quinto domingo de la Cuaresma, está con nosotros en Jerusalén, cuando concluye la actividad de Jesús en aquella ciudad.
Se abre una ventana para la conversión de los paganos!
Son hombres que concurrieron a la ciudad para la fiesta.
Llega la hora de la glorificación de Jesús!
Por su pasión y muerte, Él llegará a la gloria, como ilustra la comparación del grano de trigo, sepultado en la tierra para dar fruto.
La misma suerte le tocará a los seguidores de Jesús. El siervo ha de acompañar a Jesús donde quiere que Él vaya: la cruz y la gloria. Lleva en tu corazón, para la eucaristía de éste domingo, todas las personas que necesiten ver a Jesús!
Como sabemos, nuestro retiro comunitario (popular) acontece en la Iglesia, con la participación en la Misa dominical.


Retiro Popular de Cuaresma
Mons. Alberto Taveira Corrêa
Editorial Canção Nova.

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