domingo, 25 de marzo de 2012

26 de Marzo - Tiempo de agradecer


Lunes de Oración
Solemnidad de la Anunciación del Señor.


La Iglesia celebra hoy la Anunciación del Señor, solemnidad transferida de ayer domingo 25 de Marzo.
Queremos acompañar las lecturas de la Palabra de Dios proclamadas en la Liturgia de hoy:
Isaías 7,10-14 – La virgen concebirá y dará a luz un Hijo
Salmo 39 – Vengo a hacer con placer, Tu voluntad.
Hebreos 10, 4-10 – En el libro está escrito: Vengo a hacer Tu Voluntad.
Lucas 1,26-38 – Concebirás y darás a luz un Hijo.


Para tu lectura orante de este día,
toma el texto de Lucas 1,26-38


"En el sexto mes, el Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo». Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin». María dijo al Ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?». El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios». María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho». Y el Ángel se alejó."

El primer paso en nuestro encuentro con Jesucristo fue hecho por el propio Dios que nos llamó. Hoy es día para agradecer de nuevo por todas las personas que fueron como ángeles que vinieron a nuestro encuentro, para anunciar el nombre y el misterio de Jesucristo. Recuerda al sacerdote que te dio el Sacramento del Bautismo, al Obispo que quien recibiste el crisma, a los sacerdotes que fueron tus confesores.
Da tu respuesta, tu sí, nuevamente delante de Dios.


Cuaresma de oración: reza hoy con piedad y devoción los misterios gozosos. Acompañando la propuesta que hicimos en éste, nuestro retiro de cuaresma.


Retiro Popular de Cuaresma
Mons. Alberto Taveira Corrêa
Editorial Canção Nova


Misterios Gozosos o Misterios de alegría
Lunes y Sabados.


Meditar los misterios gozosos significa entras en las motivaciones ultimas y en el significado profundo de la alegría cristiana. Significa fijar el mirar sobre la realidad concreta del misterio de la Encarnación y sobre el oscuro preanuncio del misterio de sufrimiento salvífico. María nos lleva a aprender el secreto de la alegría cristiana, recordándonos que el cristianismo es, antes que todo, “buena nueva”, que tiene su centro y su contenido en la persona de Cristo, el Verbo hecho carne, único Salvador del mundo.


Primer Misterio.
La Anunciación, cuando el saludo de Gabriel a la Virgen de Nazaret se une a la invitación a la alegría mesiánica: “¡Alégrate, María!. Para éste anuncio se encamina la historia de la Salvación y la historia del mundo. Si el designio del Padre es recapitular en Cristo todas las cosas (Ef. 1,10), entonces todo el universo es alcanzado por el favor divino, con lo cual el Padre se inclina sobre María para tornarla Madre de su Hijo. Por esto, toda humanidad está incluida en el “hágase en mí según Tus Palabras” con el que ella responde rápidamente a la Voluntad de Dios.


Segundo Misterio:
Sobre el signo de la exultación, aparece la escena del encuentro con Isabel, donde la misma voz de María y la presencia de Cristo en su vientre hacen “saltar de alegría” al pequeño Juan (Lc 1,44)


Tercer Misterio:
Inundada de alegría esta la escena de Belém donde el nacimiento del Niño Dios, el Salvador del mundo, es cantado por los ángeles y anunciado a los pastores precisamente como una “gran alegría” (Lc 2,10)


Cuarto Misterio:
La presentación en el templo, en tanto muestra la alegría de la consagración y éxtasis del viejo Simeón, registra también la profecía del que es “señal de contradicción”, el pequeño Niño, que será también “espada que atravesará el alma de la Madre” (Lc 2,34-35)


Quinto Misterio:
Gozoso y, al mismo tiempo, dramático es el episodio de Jesús, a los doce años, en el templo. Nosotros lo vemos en Su divina Sabiduría, cuando escucha e interroga, y sustancialmente en el papel de aquel que enseña. La revelación de Su misterio de Hijo totalmente dedicado a las cosas del Padre es anuncio de aquella radicalidad evangélica que pone en crisis los lazos más fuertes de los hombres, delante de las exigencias absolutas del Reino de Dios. Hasta José y María, afligidos y angustiados, “no comprendieron” aquellas palabras. (Lc 2,50)

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