viernes, 11 de abril de 2014

Combatir el mal

evangeliocombatedentroAprender con el Evangelio a combatir el mal 

Francisco recordó que la vida cristiana es una lucha contra el mal, siendo necesario estar atento para no caer en tentaciones.
A partir del Evangelio se aprende a luchar contra las tentaciones. Fue lo que afirmó el Papa Francisco, en la Misa de este viernes 11 en la Casa Santa Marta. El Pontífice destacó que todos somos tentados porque el diablo no quiere la santidad, y la vida cristiana es una lucha contra el mal.

Francisco recordó que la vida de Jesús fue una lucha y El vino para vencer el mal. El centro de toda la homilía fue la lucha contra el demonio, una lucha que cada cristiano debe enfrentar, una verdad que todo cristiano debe conocer si quiere seguir a Jesús, que sufrió con tantas tentaciones y persecuciones.

Ya que no quiere ver santidad humana, el diablo presenta tentaciones al hombre y busca alejarlo del camino de Jesús. Francisco explicó tres características de esas tentaciones, que constituyen la forma como ellos actuan. “La tentación comienza libremente, pero crece, siempre crece. Segundo, crece y contamina al otro. Finalmente, para tranquilizar al alma, se justifica, crece, contamina y se justifica.”

Como ejemplo, el Santo Padre citó los chismes, que comienzan con la envidia del otro. Después, la persona siente la necesidad de compartir esa envidia con alguien. Ese es el mecanismo de chisme y todos somos tentados a hacerlo. “Tal vez algunos de ustedes no sean tentados a eso, si son santos, pero yo sí soy tentado a chismear. Es una tentación cotidiana que comienza suavamente como un hilo de agua. Crece por contagio y al final se justifica.

El Santo Padre también mencionó algunas tentaciones que Jesús sufrió como aquella de lanzarse del Templo. La tentación creció, envolvió a otras personas y finalmente se justificó. Cuando Jesús predicó en la Sinagoga, por ejemplo, sus enemigos lo desmerecieron. dijeron que él no había estudiado, que no tenía autoridad para hablar. “La tentación envolvió a todos contra Jesús. El punto más alto de la justificación fue aquel del sacerdote, cuando dijo: “no saben que es mejor que un hombre muera para salvar al pueblo?”.

El Santo Padre destacó la necesidad de estar atento para no caer en tentación y acabar haciendo cosas que destruyen a las personas. ”Si un río de agua no se para en el momento indicado, se puede transformar en una marea”, alertó Francisco.

“Todos somos tentados, porque es la ley de la vida espiritual, nuestra vida cristiana es una lucha”. El principe de este mundo, el diablo, no quiere nuestra santidad, no quiere que sigamos a cristo. Alguien de ustedes podría decir: pero padre, que anticuado es, hablar del diablo en el siglo XXI.” Y no debemos ser ingenuos. Tenemos que aprender con el Evangelio cómo luchar contra el diablo.”

De la redacción
fuente Portal Canción Nueva

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