miércoles, 30 de marzo de 2016

Buen día, Espíritu Santo

Padre Amado
en este nuevo despertar reconocemos Tu Amor grande, eterno y paciente,
Amor cercano que reconcilia nuestras divisiones más hondas.
Otórganos un corazón cercano a Tu Corazón, al Corazón de Tu Hijo,
manso y obediente.
Danos una mirada cercana a Tu mirada, a la mirada de Tu Hijo,
para reconocerte, para reconcer lo digno, lo justo, lo puro y lo amable,
porque todo viene de Ti, Padre.
Derrama la gracia de Tu Espíritu Santo en la mañana
y así, en medio de los problemas y dificultades
experimentemos en Él Tu socorro y Tu protección;
Que Él venga con poder a resucitar en nuestra carne lo que huele aún a muerte;
Que Él venga a resucitar en nuestro espíritu lo que aún se resiste a la Vida.
Amén!


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