domingo, 27 de marzo de 2016

TERCER PALABRA


TERCERA PALABRA

"Mujer, he ahí tu hijo…He ahí tu madre" (Jn 19, 26-27)

No te quedas con nada, Jesús, te has despojado de todo y ahora nos das el tesoro más preciado humanamente hablando: tu madre. La que compartió contigo los primeros momentos, aquella a quien estuviste unido desde aquel momento de la anunciación. Ahora es madre de todos los discípulos amados, la que nos acompaña en el camino cristiano y sabe de nuestras penas, de nuestros dolores. Viste el sufrimiento de tu Madre que, a pesar de todo, estaba en pie dándote ánimos. Hoy ves el sufrimiento de tantas madres en quienes están los ojos llorosos de María: las madres pobres, las olvidadas, las juzgadas, las que sufren al ver a sus hijos atrapados por los vicios o encerrados en las cárceles, de las que ven morir a sus hijos en sus brazos, las que los pierden antes de nacer y tú, quién más que tú, acudes en su ayuda, sosteniéndolas. No dejes, Jesús, de mirar por estas madres, no dejes de mirar por nosotros que necesitamos de una Madre que nos ayude en el dolor. Queremos ser hijos para esta buena Madre, queremos ser hermanos de aquellas mujeres que sufren, que dan la vida, como tú y María en la cruz. Nuestra misión ha de ser la de acoger en casa, en el día a día a aquellas Marías a quienes habrá que cuidar como tesoros preciados, por el don que significan en la humanidad.

(Silencio orante)
V/. Porque perdonaste amando hasta el final.
R/. Seas por siempre alabado, mi Jesús Crucificado.

fuente Soy Paulino

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