«Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna. Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios».(Jn 6,68-69).
Jesús podría haber escogido a Pedro, el líder de los apóstoles; o Juan, el discípulo más amado, para ser el primero en verle resucitado. Pero Jesús eligió a María Magdalena; ella fue la escogida. Nadie podría preveer esa elección, después de todo, ella era una ex prostituta. Hoy, Jesús hace la opción por ti, Él te eligie.
El Señor escogió a los más pequeños, los más pecadores, a los sin clase. El Señor nos escogió y es necesario ser fiel. Y sólo lo conseguiremos, si la verdadera adoración ocurre en nuestra vida: viviendo la fidelidad todos los días. Ese es el secreto de la fidelidad: viviendo bien cada momento como si fuese el primero, el único y el último instante de nuestra vida. Estar enteramente en todo lo que se hace por amor al Señor, porque son esos los adoradores los que el Padre desea.
Tu hermano,
Monseñor Jonas Abib
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
Adaptación del original en portugués
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