sábado, 9 de marzo de 2019

LA MUJER ES PARTE INTEGRANTE DEL PROYECTO DE SALVACIÓN DEL SEÑOR


Uno de los mayores dones que Dios concedió a la humanidad fue la capacidad de generar vida. Dios nos hizo participantes directos del hermoso proceso de traer al mundo a una persona. Y para que esa gracia sucediera, el Señor quiso precisar de la mujer como una integrante esencial de ese proceso vital del ser humano.Desde la creación del mundo, las mujeres son parte de este proceso de generación de hombres y mujeres que Dios mismo eligió para que vinieran a nacer. Son innumerables los argumentos que podemos presentar para validar la importancia de ellas, aquí me detengo en el valor de la generación de la vida, pero podría construir una lista gigantesca de dones manifestados al mundo por medio de las mujeres. Aún destaco en que esa fertilidad de las mujeres no se limita al útero, por lo tanto, existe incontables los niños “generados” en el corazón.La mujer es una parte integral del proyecto de salvación del Señor, ellas necesitan confiar en Dios porque hoy hay una verdadera guerra encubierta, una conspiración en contra de ellas, un gran esfuerzo por desfigurar su feminidad. Dios quiere que vos, mujer, te cuides mucho, porque Él precisa de ti como preciso de la Virgen María.No puedes hacer "tonterías", no puedes "caer en trampa" del mundo. ¡Dios te necesita! Tus hijos, tu marido, tu familia y toda la sociedad necesitan de ti. Fija su corazón en Dios, coloca tu meta en Jesús. Eres mucho más que la sal, la luz y la levadura, de los cuales el Señor habló. Por eso, no pierdas tu calidad de "sal", "levadura" y, principalmente, de "luz" para este mundo.Me gustaría, a partir de la Virgen María y las muchas mujeres de la Biblia, que fueron instrumentos de salvación para muchos, dar este tributo simple y fuerte a todas las mujeres en el mundo! Quiero reconocer su dignidad de mujer, a partir de la santidad de la Virgen María. Que esa palabra se cumpla: "Bendita eres entre las mujeres", que Nuestra Señora sea modelo de vida para todas las mujeres y que ellas puedan, con la propia vida, bendecir a la Madre de Dios.Que ustedes tengan conciencia que su sensibilidad e inteligencia han sido usadas por Dios, para ser canal de sustento para toda nuestra obra. Muchas gracias, porque han asumido con nosotros esta misión. Quiero terminar dejando para todos ustedes mi gratitud y mi bendición.
¡Feliz día de las mujeres!


Tu hermano,
Monseñor Jonas Abib 
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
Adaptación del original en portugués


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