lunes, 11 de marzo de 2019

VENID, BENDITOS DE MI PADRE


"Venid, benditos de mi Padre"

"Venid, benditos de mi Padre, tomad posesión del reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.Venid, vosotros que habéis amado a los pobres y a los extranjeros. Venid, vosotros que habéis permanecido fieles a mi amor, porque yo soy el amor. Venid, vosotros los pacíficos porque yo soy la paz. Venid todos, tomad posesión del reino preparado para vosotros desde la creación del mundo"
Entonces los justos se sorprenderán de que se les invite a acercarse como amigos – Oh maravilla – donde las tropas angélicas no pueden tener una visión clara. Ellos responden con voz potente: « Señor ¿cuándo te hemos visto? ¿Cuándo has tenido hambre y te hemos alimentado? Maestro ¿Cuándo has tenido sed y te hemos dado de beber? ¿Cuándo has estado desnudo y te hemos vestido tú que nos has salvado? Tú, el inmortal, ¿Cuándo te hemos visto extranjero y te hemos acogido? Tú que amas a los hombres ¿cuándo te hemos visto enfermo o en la cárcel y te hemos visitado? Tú eres el Eterno. Con el Padre tú estás desde el principio y tú eres coeterno con el Espíritu. Eres Tú quien lo creaste todo de la nada, Tú el rey de los ángeles, Tú al que temen los abismos. Tú tienes por manto la luz (Sal 103,2). Eres Tú quien nos ha hecho y modelado de la tierra (Gn 2,7) Tú quien has creado los seres invisibles. Toda la tierra salió de tu rostro ( Ap 20,11). ¿Cómo hemos acogido nosotros tu reino y tu soberanía?.
Entonces el Rey de reyes les responderá: « Cada vez que lo habéis hecho a uno de estos pequeños que son mis hermanos, es a mí a quien se lo habéis hecho. Cada vez que habéis acogido y vestido a estos pobres que he mencionado y que les habéis dado de comer y de beber a estos que son mis miembros( 1 Cor 12,12), es a mí a quién se lo habéis hecho. Por lo tanto, venid, tomad en posesión el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. He aquí que mi reino está preparado y mi cielo está abierto. He aquí que mi inmortalidad se manifiesta en toda su belleza. ¿Qué lengua podrá describir tales beneficios? « Nadie lo ha visto con sus ojos ni escuchado con sus oídos, ni el corazón del hombre puede imaginar lo que está preparado para aquellos que aman a Dios» (1Cor 2,9).



Homilía atribuida a San Hipólito de Roma (¿–c. 235)
presbítero y mártir
Tratado sobre el fin del mundo 41-43; GCS I, 2, 305-307

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