Todos nosotros necesitamos del amor puro, unos de los otros. Necesitamos el amor de nuestro padre. ¡Cómo es importante la presencia, el cariño, la seguridad, la firmeza, las correcciones, las órdenes, y hasta las peleas con el papá! Todo eso es esencial para nuestro crecimiento, equilibrio, madurez y formación.
¡Cómo es bueno ser familia! ¡Cómo es bueno tener la presencia de hombres y mujeres, adultos, jóvenes y niños! ¡Cómo es bueno tener diferentes temperamentos, opiniones, puntos de vista! ¡Qué bueno convivir con lo diferente! Es en la familia que nos conocemos, nos descubrimos, nos acercamos. Es en ella que nos corregimos, nos desentendemos y nos perdonamos.
En la familia, no todo es el 100%, pero en ella nos amamos nos perdonamos y nos reconciliamos. Ahí está lo esencial: ¡la familia es un “oasis de amor”!
¡Dios te bendiga!
Monseñor Jonas Abib
fuente Portal Canción Nueva
Monseñor Jonas Abib
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