miércoles, 10 de diciembre de 2014

¿Se puede cultivar una vida espiritual en las redes sociales?

¿Qué produjo concretamente en mi vida personal lo que publiqué, compartí o ‘me gustó’?

Hoy en dÍa, son pocos los que no poseen un perfil en la red social más famosa del planeta: Facebook. Si hasta hace un tiempo solo los jóvenes se conectaban, esta realidad hoy es diferente: padres y abuelos también están en la red. La tecnología disminuyó las distancias. Las fotografías llegan de norte a sur con solo un click. Nunca fue tan fácil encontrar a un amigo que hace mucho tiempo no se veía. Parientes se encuentran y antiguos lazos de amistad son redescubiertos.

Muchos usan las redes sociales para expresar su descontento con la situación social del país y del mundo, otros se divierten compartiendo sus vacaciones con los amigos. Sin embargo, aún hay gente que no se rindió al uso de las redes y prefirieron no envolverse.

vidaespiritualinternet

Entre las muchas responsabilidades de comunicación que el Facebook ofrece, una de ellas es la evangelización. Grandes páginas católicas hacen uso de la red para llevar la Palabra de Dios cada vez más lejos y evangelizar. Nosotros creemos que todos los medios de comunicación son canales para que la gracia de Dios llegue a donde no podemos ir personalmente! estamos en un mundo digital con una misión espiritual concreta y real.

.: Es indispensable estar en internet para anunciar a Cristo, dice el Papa

Es imposible quedarse pasivo a un mundo donde los católicos están conectados. Pero ¿Hasta quÉ punto la evangelización en las redes sociales influye en la vida espiritual de forma concreta?

Con cierta frecuencia compartimos frases e imágenes religiosas. Damos “me gusta” a publicaciones con mensajes bellos y publicamos versículos bíblicos edificantes. Pero en medio de todo eso una pregunta es importante: ¿Qué hecho produjo en mi vida personal lo que publiqué, compartí o ‘me gustó’?

Al usar las redes sociales corremos el gran riesgo de crear una fe virtual desconectada de la realidad. Y cuando eso sucede, pasamos a vivir una fe sin elementos reales, algo solo mágico que nos hace bien por algunos segundos y nada cambia nuestra vida. La fe virtual crea una dependencia de reproducir contenidos religiosos solo para satisfacer una carencia espiritual momentánea pero no deja ninguna raíz en la vida y en el corazón.

De los millones de versículos bíblicos, imágenes de santos y frases espirituales que pasan por la red, ¿cuántos cambiaron algo concreto en tu vida? ¿Cuáles pusiste en práctica? ¿Qué gesto concreto trajiste y aplicaste en tu vida real junto a tus hermanos
y hermanas?

Si por un lado la red social nos acerca los unos a los otros, ella también nos puede hacer dependientes de una práctica espiritual sin frutos concretos en la vida real. Solo compartir o dar “me gusta” y publicar sin una relación real con la vida, es crear para nosotros una fe off-line.

Vale compartir lo que tu vives y practicas, no solo crear un personaje religioso que solo sustente el mundo ficticio de una fe sin compromiso con la vida.

Padre Flávio Sobreiro
Bachiller en Filosofía,Teólogo por la Facultad Católica de Pouso Alegre-MG. Vicaria de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen (Cambuí-MG)
fuente PORTAL CANCIÓN NUEVA en ESPAÑOL

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