Tú que esperas de brazos abiertos nuestra vuelta al hogar,
Tú que aguardas misericordiosamente nuestros tiempos,
y recibes a todos sin condicionamientos;
al comenzar éste día otórganos lucidez espiritual,
danos la gracia de enfrentar con honestidad nuestro presente;
Que vivamos Contigo en la verdad y la coherencia;
Desnuda nuestras hipocresías,
Vacíanos del autoengaño de una vida hecha a nuestra medida,
acomodada a nuestros placeres y vanidades;
Derrama en esta semana que comenzamos Tu Espíritu Santo,
Que con Él y en Él descubramos
las maravillas de Tu Amor que abriga y sostiene,
Que endereza lo torcido y venda la herido.
Y en el día presente,
cuando la tentación del encierro en nuestras mezquindades
se quiera filtrar en nuestras grietas, habla con poder:
¿qué podemos hacer juntos Hoy?
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