«No extingamos las esperanzas en sus corazones; ¡no ahoguemos sus expectativas de paz! Es importante que en todas las instituciones civiles, realidades educativas, de asistencia y eclesiales, haya un compromiso para asegurar a los refugiados, a los migrantes, a todos, un futuro de paz. Que el Señor nos conceda trabajar generosamente en este nuevo año para lograr un mundo más unido y acogedor. Os invito a orar por esto, mientras que os confío a María, Madre de Dios y madre nuestra, el año 2018 recién comenzado.
Los antiguos monjes decían que en tiempos de turbulencias espirituales, uno tenía que refugiarse bajo el manto de María…: “Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No rechaces nuestras oraciones y nuestras necesidades, sino sálvanos de todo peligro, Virgen gloriosa y bendita”»
Francisco.
Ángelus 01.01.2018
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