Hay mucha gente hambrienta en nuestro mundo. Dios no hará que crezca pan en los árboles, porque si alguien tiene hambre es nuestro problema. Si alguien está enfermo es mi problema; es tu problema. Si alguien está encerrado en una institución porque tiene discapacidades es mi problema; es tu problema, es nuestro problema.
Tenemos que hacer algo.
Si la gente tiene dolor de muelas, uno no se queda rezando por él o por ella, sino que lo lleva a un buen dentista. Y Jesús nos dice: "Depende de ustedes hacer algo por esto, pero yo les daré mi espíritu, y una nueva sabiduría para que puedan derribar los muros de la hostilidad". Se arrodilla frente a nosotros y nos dice: " Confío en ti, creo en ti, te amo". Nos llama a ponernos de pie y trabajar por el amor.
Jean Vanier - Al encuentro del otro, P 122
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