Nuestro corazón no puede ser movido, de forma alguna, por el prejuicio, la ignorancia o la falta del amor verdadero. Quien es sanado por Jesús, se llena de compasión. Y esa compasión no es pena ni dolor, es amar, sufrir y permanecer al lado. Es decir "estoy contigo en lo que estás viviendo".Que nuestro corazón se llene de la compasión de Dios, para cuidar los dolores y las enfermedades de aquellos que sufren.
Dios te bendiga!
Pe Roger Araujo
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