martes, 19 de mayo de 2015

NOVENA AL ESPÍRITU SANTO - Día Sexto


NOVENA AL ESPÍRITU SANTO
SEXTO DÍA - 20 de Mayo de 2015

+En el Nombre del Padre, +del Hijo y +del Espíritu Santo.
Amén.

Ven, Espíritu Creador
visita las almas de tus fíeles 
y llena de la divina gracia los corazones, 
que Tú mismo creaste. 

Tú eres nuestro Consolador, 
don de Dios Altísimo, 
fuente viva, fuego, caridad 
y espiritual unción. 

Tú derramas sobre nosotros los siete dones; 
Tú, el dedo de la mano de Dios; 
Tú, el prometido del Padre; 
Tú, que pones en nuestros labios los tesoros de tu palabra. 

Enciende con tu luz nuestros sentidos; 
infunde tu amor en nuestros corazones; 
y, con tu perpetuo auxilio, 
fortalece nuestra débil carne, 

Aleja de nosotros al enemigo, 
danos pronto la paz, 
sé Tú mismo nuestro guía, 
y puestos bajo tu dirección, 
evitaremos todo lo nocivo. 

Por Ti conozcamos al Padre, 
y también al Hijo; 
y que en Ti, Espíritu Santo, 
creamos en todo tiempo., 

Gloria a Dios Padre, 
y al Hijo que resucitó, 
y al Espíritu Consolador, 
por los siglos infinitos. Amén.


Si Tú apartas Tu gracia,
nada puro permanecerá en el hombre,
todo lo que es bueno se volverá malo.

DON DE ENTENDIMIENTO
El Entendimiento, como Don del Espíritu Santo, nos ayuda a comprender el significado de las verdades de nuestra santa religión. Por la fe las conocemos, pero por el Entendimiento aprendemos a apreciarlas y a apetecerlas. Nos permite penetrar en el profundo significado de las verdades reveladas y, a través de ellas, develar lo novedoso de la vida. Nuestra fe deja de ser estéril e inactiva e inspira un modo de vida que da elocuente testimonio de la fe que hay en nosotros. Comenzamos a “caminar dignos de Dios complaciéndolo en todas las cosas y creciendo en Su conocimiento”.

Léase: 1 de Corintios: 14, 1-25
Oración:
Ven Oh Espíritu de Entendimiento e ilumina nuestras mentes para que podamos conocer y creer en todos los misterios de la salvación y que al final podamos merecer contemplar la eterna luz en Tu luz, y en la luz de la gloria, podamos tener una clara visión de Ti y del Padre y del Hijo. Amén.


CORONILLA
(Para ser recitada en las cuentas regulares del Rosario)
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, y enciende en ellos el fuego de Tu amor. Envía Tu Espíritu, Señor, y todo será creado. Y renovarás la faz de la tierra.
Oremos.
Oh Dios, que instruíste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo, concédenos que animados y guiados por este mismo Espíritu, aprendamos a obrar rectamente siempre, y gocemos de la dulzura del Bien y de Sus divinos consuelos. Por Cristo Nuestro Señor. Amén
  • Credo de los Apóstoles* (Sobre el crucifijo)…
  • Padre Nuestro y Ave María* (en la primera cuenta)…
  • Gloria* (en las 3 cuentas)…

Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, santificado sea Tu Nombre; Venga Tu Reino y hágase Tu voluntad en la tierra, como en el cielo.
PRIMER MISTERIO
EL PLAN DEL ETERNO PADRE PARA REDIMIR AL MUNDO ENVIANDO A SU HIJO UNIGÉNITO
Una voz gritó desde el Trono del Altísimo diciendo, “¿A quién enviaré, quién irá a redimir al mundo y les llevará a ellos Mi Reino?” A falta de una respuesta, Jesús, el Verbo Eterno dijo, “Aquí estoy Yo, envíame a Mi Padre.”
Oración:
Oh Dios, por los méritos de este misterio, hazme un instrumento de salvación y renovación para el mundo. Amén.

Padre Nuestro y Ave María 
En las cuentas pequeñas 10 veces

L: Ven Espíritu Santo, ven a mi corazón y llena los corazones de los fieles.
R: Y renueva la faz de la tierra. (diez veces)

Gloria
Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, santificado sea Tu Nombre; Venga Tu Reino y hágase Tu voluntad en la tierra, como en el cielo.

SEGUNDO MISTERIO
UNA PEQUEÑA NIÑA LLAMADA MARÍA FUE ESCOGIDA PARA SER LA HIJA DE DIOS PADRE, MADRE DE DIOS HIJO Y ESPOSA DE DIOS ESPÍRITU SANTO
Dios envió Su Ángel a una pequeña niña llamada María en el pueblo de Nazaret de Galilea, para anunciar el nacimiento de Su Hijo unigénito. Al saludo del Ángel, el Espíritu Santo descendió sobre ella, y ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo. Al final, ella dio a luz al Redentor del mundo.
Oración:
Oh Dios, por los méritos de este misterio, concédeme la gracia de la pureza y la humildad, para que por la humildad yo aplaste la cabeza de Satanás y por la pureza mi alma pueda ser Tu tabernáculo. Amén.

Padre Nuestro y Ave María 
En las cuentas pequeñas 10 veces:

L: Ven Espíritu Santo, ven a mi corazón y llena los corazones de los fieles.
R: Y renueva la faz de la tierra. (diez veces)

Gloria
Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, santificado sea Tu Nombre; Venga Tu Reino y hágase Tu voluntad en la tierra, como en el cielo.
TERCER MISTERIO
DIOS REVELA SU HIJO AL MUNDO

Cuando llegó el tiempo, Dios reveló su Hijo al mundo. Primero en su Bautismo en el río Jordán cuando Dios dijo: “Este es Mi Hijo, el Amado; éste es Mi Elegido.” (Mateo 3, 17) Y nuevamente,durante la Transfiguración en el Monte Tabor cuando agregó: “Escúchenlo”. (Mateo 17, 5)
Oración:
Oh Dios, por los méritos de este misterio, concédeme la gracia de ser como Tú me creaste, de tal manera que haga las cosas para las que Tú me creaste. Amén.

Padre Nuestro y Ave María 
En las cuentas pequeñas 10 veces:

L: Ven Espíritu Santo, ven a mi corazón y llena los corazones de los fieles.
R: Y renueva la faz de la tierra. (diez veces)

Gloria
Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, santificado sea Tu Nombre; Venga Tu Reino y hágase Tu voluntad en la tierra, como en el cielo.
CUARTO MISTERIO
JESÚS PROCLAMA EL REINO DE DIOS EN LA TIERRA
Cuando llegó el tiempo apropiado, después de ayunar y de ser tentado por el diablo, Jesús fue a las ciudades del mundo y proclamó el Reino de Dios diciendo: “¡Arrepiéntanse! El Reino de Dios está cerca.” Pasó haciendo el bien y llamando a los pecadores a regresar a Dios.

Oración:
Oh Dios, por los méritos de este misterio, concédeme la gracia de proclamar Tu Reino en la tierra con palabras y acciones, para que así Tu Reino llegue pronto a los confines de la tierra. Amén.

Padre Nuestro y Ave María 
En las cuentas pequeñas 10 veces:

L: Ven Espíritu Santo, ven a mi corazón y llena los corazones de los fieles.
R: Y renueva la faz de la tierra. (diez veces)

Gloria
Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, santificado sea Tu Nombre; Venga Tu Reino y hágase Tu voluntad en la tierra, como en el cielo.
QUINTO MISTERIO
EL TRIUNFO EN LA CRUZ

Así como el hombre fue vencido en el árbol; el hombre será redimido en el árbol; para que el árbol que ocasionó la caída del hombre sea el árbol de la resurrección del hombre.” Y Él vino a Su pueblo, pero Su pueblo no lo recibió, más bien, lo arrastraron hasta la montaña llamada Gólgota en donde lo clavaron en la Cruz. En esa Cruz, Cristo anunció su triunfo diciendo: “Todo está cumplido.” (Juan 19, 30)

Oración:
Oh Dios, por los méritos de este misterio, fortalece la fe de Tus pequeños en la tierra. Que ellos puedan unirse a Tu Iglesia para vencer al Dragón Rojo para la manifestación de Tu Glorioso Reino. Amén.

Padre Nuestro y Ave María 
En las cuentas pequeñas 10 veces:

L: Ven Espíritu Santo, ven a mi corazón y llena los corazones de los fieles.
R: Y renueva la faz de la tierra. (diez veces)

Gloria
Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, santificado sea Tu Nombre; Venga Tu Reino y hágase Tu voluntad en la tierra, como en el cielo.
DIOS TE SALVE REINA…
Dios te salve Reina y Madre de Misericordia, vida y dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, Abogada nuestra, vuelve a nosotros esos Tus ojos misericordiosos; y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de Tu vientre. !Oh clemente, oh piadosa, oh siempre dulce Virgen María!
L: Ruega por nosotros Santa Madre de Dios,
R: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo. Amén.
Oremos:
Oh Señor Consolador, Don celestial, Amor del Padre y del Hijo. Ven a mi Corazón con el fuego del Amor y purifica los corazones de los fieles. Siembra en nosotros Tus siete dones y deja que el rocío de Tu gracia santificante nutra nuestras almas para cosechar abundantemente Tus Preciosos Frutos en nosotros. ¡Oh poderoso Consolador! Te lo pedimos por Cristo Nuestro Señor. Amén.
LETANIAS
Señor, ten piedad de nosotros Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, ten piedad de nosotros Cristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros Señor, ten piedad de nosotros
Padre, Todopoderoso Ten piedad de nosotros
Jesús, Hijo Eterno del Padre y Redentor del mundo Sálvanos
Espíritu del Padre y del Hijo, vida infinita de ambos Santifícanos
Santísima Trinidad Escúchanos
Espíritu Santo, que procedes del Padre y del Hijo, Entra en nuestros corazones Promesa de Dios Padre Ten piedad de nosotros
Rayo de Luz Celestial Ten piedad de nosotros
Autor de todo lo bueno Ten piedad de nosotros
Fuente de agua celestial Ten piedad de nosotros
Fuego consumidor Ten piedad de nosotros
Caridad Ardiente Ten piedad de nosotros
Unción Espiritual Ten piedad de nosotros
Espíritu de Amor y de Verdad Ten piedad de nosotros
Espíritu de Sabiduría y de Entendimiento Ten piedad de nosotros
Espíritu de Consejo y de Fortaleza Ten piedad de nosotros
Espíritu de Ciencia y de Piedad Ten piedad de nosotros
Espíritu de temor de Dios Ten piedad de nosotros
Espíritu de Gracia y de oración Ten piedad de nosotros
Espíritu de Paz y de Mansedumbre Ten piedad de nosotros
Espíritu de Modestia y de Inocencia Ten piedad de nosotros
Espíritu Santo Consolador Ten piedad de nosotros
Espíritu Santo Santificador Ten piedad de nosotros
Don de Dios Altísimo Ten piedad de nosotros
Espíritu que llenas el universo Ten piedad de nosotros
Espíritu de adopción de los hijos de Dios Ten piedad de nosotros
Espíritu Santo Inspíranos horror al pecado.
Espíritu Santo Ven y renueva la faz de la tierra.
Espíritu Santo Derrama Tu luz en nuestras almas.
Espíritu Santo Graba Tu ley en nuestros corazones.
Espíritu Santo Inflámanos con la llama de Tu Amor.
Espíritu Santo Enséñanos a orar bien.
Espíritu Santo Ilumínanos con tus celestiales inspiraciones.
Espíritu Santo Inspíranos en la práctica del bien.
Espíritu Santo Concédenos el mérito de todas las virtudes.
Espíritu Santo Haznos perseverar en la justicia.
Espíritu Santo Sé Tú nuestra recompensa Eterna.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, Envíanos Tu Santo Espíritu.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
Derrama en nuestras almas el don del Espíritu Santo
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
Concédenos el Espíritu de Sabiduría y de Pureza.
L: Ven Espíritu Santo y llena los corazones de Tus fieles.
R: Y enciende en ellos el fuego de Tu Amor.

Oremos:
Concédenos, Oh Padre Misericordioso, que Tu Espíritu Divino pueda iluminarnos, inflamarnos y purificarnos; que Él pueda penetrarnos con Su rocío celestial y nos haga fructíficar en buenas obras, por medio de Jesucristo nuestro Señor, Tu Hijo, que Contigo vive y reina en unidad con el mismo Espíritu por los siglos de los siglos. Amén.

ORACIÓN POR LOS SIETE DONES DEL ESPÍRITU SANTO
Oh Señor Jesucristo, que antes de ascender al Cielo prometiste enviar al Espíritu Santo para completar Tu obra en las almas de Tus apóstoles y discípulos, dígnate concederme el mismo Santo Espíritu para que Él perfeccione en mi alma la obra de Tu gracia y de Tu amor. Concédeme el Espíritu de Sabiduría para que pueda despreciar las cosas perecederas de este mundo y aspirar únicamente las cosas eternas; el Espíritu de Entendimiento para que ilumine mi mente con la luz de Tu Divina Verdad; el Espíritu de Consejo para que pueda siempre elegir el camino seguro para agradar a Dios y ganar el Cielo; el Espíritu de Fortaleza para que pueda cargar mi cruz Contigo y pueda superar con coraje todos los obstáculos que se opongan a mi salvación; el Espíritu de Conocimiento para que pueda conocer a Dios y a mí mismo y crecer en la perfección de la ciencia de los Santos; el Espíritu de Piedad para que pueda encontrar el servicio a Dios dulce y amable; el Espíritu de Temor para que pueda estar lleno de reverencia amorosa hacia Dios y que tema en cualquier modo desagradarlo. Márcame, amado Señor, con la señal de Tus verdaderos discípulos y anímame en todas las cosas con Tu Espíritu. Amén.

(Para ser recitada diariamente durante la novena.

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