Con Jesús por la mañana.
“Felipe encuentra a Natanael y le dice: Hemos encontrado al que describen Moisés en la ley y los profetas: Jesús, hijo de José el de Nazareth” (Jn 1, 45). Habitualmente deseamos cosas buenas para nuestros amigos. El encuentro con Jesús es lo mejor que podemos desear para ellos. No critiques ni vivas con pesar tu fe, vívela con alegría y agradecimiento por lo bueno que trae a tu vida y contagiarás a Jesús. En este primer viernes de mes jornada mundial dedicada a orar por la intención del Papa únete en oración a la Red.
Con Jesús por la tarde.
Amor de amistad. La experiencia del amor es fundante y se mueve hacia un amor ofrecido a otros. “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos” (Jn, 15,13). Amar a los amigos supone estar reconciliados con la experiencia de que los demás jamás llenarán nuestro vacío de amor, ni nuestras expectativas de ser amados como nosotros deseamos. El amor humano es limitado. ¿Recibes los gestos de amor de tus amigos con gratuidad y libertad o exiges una atención que tal vez no puedan cubrir? Cuida el don de la amistad.
Con Jesús por la noche.
Dar respuesta. Busca un lugar tranquilo. Respira hondo y cierra tus ojos. Mira y detente en aquellos momentos relevantes del día. ¿Qué has aprendido de ti y de lo vivido? ¿A qué te has sentido llamado hoy? ¿Qué persona te sientes llamada a ser? Concreta una actitud para mañana que te acerque a ese llamado.
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