Con Jesús por la mañana.
“Conviértanse, el Reino de los Cielos está cerca” (Mt 4, 12-17.23-25). Jesús inicia su predicación pública e invita a una transformación del corazón. No se trata sólo de un simple “ser buenos o hacer las cosas bien”. La invitación de Jesús es a cambiar la mentalidad, de escala de valores, de convertir el estilo de vida a la alternativa del Reino. Es una invitación a configurar nuestra vida con la suya. ¿Qué necesita conversión en tu vida en este tiempo? Habla con Jesús como con un amigo y ofrece el día por la intención del mes.
Con Jesús por la tarde.
El amor nos hace libres. Lo contrario al amor es el miedo que nos mueve a defendernos de las amenazas que sentimos frente a las dificultades manteniendo conductas agresivas, envidia, crítica, desprecio. El amor por el contrario, descansa en la certeza de que todo acontecimiento por difícil que parezca está preñado del amor de Dios que siempre tiene la última palabra. Nada escapa al amor de Dios y esta convicción libera. ¿Cuál es tu actitud frente a las dificultades? ¿Eres capaz de descubrir amor y actuar sembrando esperanza en tiempos difíciles o tienes actitudes defensivas producto del miedo?
Con Jesús por la noche.
Aprender de la experiencia. El Señor te invita a descubrirlo en tu vida. Tómate unos momentos para repasar tu semana y recoger las experiencias más significativas. ¿Qué recuerdos vienen a ti? ¿Qué sentimientos despiertan? Apunta los recuerdos más significativos. ¿Qué aprendizaje te dejan? Conversa con tu Padre de lo vivido y pide ayuda para iniciar una nueva semana.
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