jueves, 20 de septiembre de 2018

EL NOS TRANSFORMA


Ese es el propósito de Dios para cada uno de nosotros. No basta ser católico, sacerdote o religioso, ir a la iglesia y participar de misa. No basta tener un trabajo pastoral en la parroquia. Por el contrario, para hacer todo eso, y con eficacia, para que las personas sean tocadas y transformadas, es preciso que cada uno de nosotros sea lleno del Espíritu Santo.Ser bautizado en el Espíritu Santo es eso: permitir que Él, que ya está en nosotros, realice los mismos hechos que realizaba en los primeros cristianos, en la iglesia primitiva. Permitir que el Espíritu santo nos transforme y nos renueve.Puedo testimoniar: Dios me está transformando. Este es el primer paso. Mas allá de eso, Él me esta usando en predicas, para tocar a las personas, para convertirlas, y traerlas a Jesús, curarlas y liberarlas. El me usa para apartar jóvenes de las drogas, la prostitución y la vida errada, para unir familias y llevar palabras de sabiduría a aquellos precisan de ellas.Nada soy. Es Dios que me usa y hace de mi lo que Él quiere. Esta es la consecuencia del bautismo en el Espíritu Santo: Dios comienza a usarnos con una eficacia único, eficacia divina!

Mons. Jonas Abib
Adaptación del original en portugues
Libro: El Espíritu sopla donde quiere.




No hay comentarios:

Publicar un comentario