jueves, 20 de septiembre de 2018

Meditación: Lucas 7, 36-50

San Andrés Kim Taegon, Presbítero y San Pablo Chong Hasang, y Compañeros, Mártires (Memoria)

Hoy recordamos a los santos Andrés Kim Taegon y sus compañeros los primeros mártires canonizados fuera de Roma en siete siglos.

Andrés Kim creció siendo testigo de lo que significaba defender su fe. Nació el 21 de agosto de 1821. Su bisabuelo, su abuelo y su padre habían muerto martirizados por su fe cristiana. La persecución en Corea en el siglo XIX fue terrible y dos siglos más tarde aún no ha mermado.

En 1836, un misionero católico escogió a Andrés como seminarista y lo llevó a China, donde fue ordenado diácono en 1844. Un año más tarde se ordenó sacerdote en Shanghai, tras lo cual regresó a su natal Corea, donde cumplió la mayor parte de su trabajo pastoral.

Sirvió al Señor como sacerdote sólo un año y pocos meses. En junio de 1846 fue arrestado y enviado a una cárcel en Seúl, donde permaneció tres meses. El 16 de septiembre fue decapitado, cuando apenas contaba 26 años. Entre sus pertenencias se encontró una carta escrita en coreano y dirigida a sus fieles: “En este difícil tiempo, para ser victorioso hay que permanecer firmes, usando toda nuestra fuerza y habilidades como valientes soldados, completamente armados en el campo de batalla.”

Junto con el padre Kim se honra también la canonización del laico Pablo Chong Hasang, nacido en Corea en 1795. Sus padres y sus hermanos fueron martirizados entre los años 1801 y 1839. Cuando tenía 20 años partió hacia Seúl para tratar de reconstruir la Iglesia en este lugar. Decidió intentar llevar misioneros al país pero la feroz persecución se lo impidió. Incluso uno de los misioneros murió antes de poder ingresar al país.

Finalmente, fue decapitado en Seúl el 22 de septiembre.

Las figuras del Padre Andrés Kim y de Pablo Chong son sólo una pequeña muestra de la persecución religiosa de la que son víctimas los cristianos en el Oriente. En la actualidad, los católicos tampoco gozan de libertad para practicar su fe y tal como sucedió con estos santos mártires, siguen siendo perseguidos por sus creencias.

El 19 de junio de 1988, San Juan Pablo II canonizó y proclamó santos a 117 mártires que derramaron su sangre en Conchinchina, Annam y Tonkín (norte de Vietnam), entre los que había españoles, franceses y coreanos.
“Santos Andrés Kim Taegón, Pablo Chong Hasang y compañeros, oren por nosotros.”
1 Corintios 15, 1-11
Salmo 118(117), 1-2. 16-17. 28
fuente: Devocionario Católico La Palabra con nosotros

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