Buen día, Señor!
Al despertar, al plantar mis pies en lo concreto y real,
la llama de la esperanza que encendió Tu Amor en la noche,
me invita a confiar.
Ven a visitarme, Dios Fuente de toda gracia!
Quema mi corazón y haz en mi
aquel milagro que no espero pero necesito.
Renueva lo esencial, lo que me hace ser;
aquello que me da identidad,
Renueva mi la Fe que sembraste,
la que plantaste como don;
y si no encuentro salidas en éste día,
que la esperanza no me sea esquiva.
Sé que Tú no desistes,
haz que yo sepa aguardar, el tiempo,
el momento, sin desfallecer.
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