martes, 16 de junio de 2015

NO CONFÍES EN LOS PRÍNCIPES


"No confíes en los príncipes."SALMO 145Aviso oportuno que adapto a mi vida y circunstancias:
No dependas de los demás.
No me refiero a la sana dependencia por la que el hombre ayuda al hombre, ya que todos nos necesitamos unos a otros en la común tarea del vivir. Me refiero a la dependencia interna, a la necesidad de la aprobación de los demás, a la influencia de la opinión pública, al peligro de convertirse en juguete de los gustos de quienes nos rodean, al recurso servil a “príncipes”.
Nada de príncipes en mi vida.
Nada de depender del capricho de los demás.
Mi vida es mía.

Solo rindo juicio ante ti, Señor.
Acato tu sentencia, pero no acepto la de ningún otro.
No concedo a ningún hombre el derecho a juzgarme.
Solo yo me juego a mí mismo al reflejar en la honestidad de mi conciencia el veredicto de tu tribunal supremo. No soy mejor porque me alaben los hombres, ni peor porque me critiquen.
Me niego a entristecerme cuando oigo que otros hablan mal de mí,
y me niego a regocijarme cuando les oigo colmarme de alabanzas.
Sé lo que valgo y lo que dejo de valer. No rindo mi conciencia ante juez humano.

Es eso está mi libertad, mi derecho a ser yo mismo, mi felicidad como persona. Mi vida está en mi conciencia y mi conciencia estáen tus manos. Tú sólo eres mi Rey, Señor.
“Dichoso aquel a quien auxilia el Dios de Jacob, el que espera en el Señor su Dios.”

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