sábado, 24 de septiembre de 2016

Liturgia Viva al amanecer 24092016

“Ellos no le entendieron en absoluto,” dice el evangelio sobre los discípulos, cuando Jesús les predice su próxima pasión.  Jesús habla de sí mismo como del “Hijo de Dios”, la persona misteriosa de origen celeste anunciada por Daniel. “Debe ser entregado”, porque él es también el Siervo Sufriente de los cánticos del Segundo Isaías. Verdaderamente, todo esto, sobre uno que viene de Dios, es un siervo y tiene que sufrir y morir, es difícil de reconciliar y aceptar, al menos desde el punto de vista humano.  Y también nos resulta difícil aceptar que nos digan que tenemos que seguir su ejemplo.


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