jueves, 25 de abril de 2019

COMPRENDIENDO LA PALABRA 250419


«Él mismo estaba allí, en medio de ellos, y les dijo: ‘La paz sea con ustedes’»

La Judea en rebelión había ahuyentado la paz de la tierra…y sumido el universo en su caos primordial…Entre los discípulos, también persistía la guerra; la fe y la duda tenían una furiosa confrontación entre ellas…Los corazones, lugar en el que la tormenta desplegaba su rabia, no podían encontrar ningún remanso de paz, ningún puerto en calma.
Frente a ese espectáculo, Cristo, quién sondea los corazones, quién ordena a los vientos, quién domina las tempestades y quién por medio de un solo signo cambia la tormenta en un cielo sereno, los fortaleció de su paz diciendo: “¡La paz sea con ustedes! Soy yo; no teman nada. Soy yo, el crucificado, el muerto, el sepultado. Soy yo, su Dios que por ustedes se volvió hombre. Soy yo, vivo entre los muertos, venido del cielo al corazón de los infiernos. Soy yo. No un espíritu revestido de un cuerpo, sino la verdad misma hecha hombre. Soy yo y la muerte me huyó, los infiernos me temieron. En su espanto, el infierno me proclamó Dios. No tengas miedo Pedro, tú que me negaste, ni tú Juan que huiste, ni todos ustedes que me abandonaron, que sólo pensaron en traicionarme, y que aun viéndome todavía no creen en mí. No teman, soy yo. Los he llamado por la gracia, los he escogido por el perdón, los he sostenido por mi compasión, los he llevado en mi amor, y los tomo en este día por mi bondad."

San Pedro Crisólogo (c. 406-450)
obispo de Ravenna, doctor de la Iglesia
Sermón 81 (frm trad.evangelizo.org©)

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