lunes, 29 de abril de 2019

RESONAR DE LA PALABRA - Evangelio según San Juan 3,1-8.


Evangelio según San Juan 3,1-8.
Había entre los fariseos un hombre llamado Nicodemo, que era uno de los notables entre los judíos.
Fue de noche a ver a Jesús y le dijo: "Maestro, sabemos que tú has venido de parte de Dios para enseñar, porque nadie puede realizar los signos que tú haces, si Dios no está con él".
Jesús le respondió: "Te aseguro que el que no renace de lo alto no puede ver el Reino de Dios. "
Nicodemo le preguntó: "¿Cómo un hombre puede nacer cuando ya es viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el seno de su madre y volver a nacer?".
Jesús le respondió: "Te aseguro que el que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios.
Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del Espíritu es espíritu.
No te extrañes de que te haya dicho: 'Ustedes tienen que renacer de lo alto'.
El viento sopla donde quiere: tú oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Lo mismo sucede con todo el que ha nacido del Espíritu".

RESONAR DE LA PALABRA

Apreciados hermanos y hermanas:

Hoy hacemos memoria de Catalina de Siena y la liturgia nos invita a hacer un alto en la lectura continuada de hechos de los apóstoles y del evangelio de Juan, propios de este tiempo de pascua. La primera carta de Juan reflexiona en aquello que acontece cuando en nuestra vida se contraponen realidades. Sabemos por el bautismo que estamos llamados a ser luz en medio de las tinieblas. Ser testigos de «la luz resucitada», tiene fuertes implicaciones para nuestra vida: los creyentes estamos llamados a dejarnos siempre iluminar por Jesús, en un mundo que parece caminar con demasiada ingenuidad.
En el texto se confronta fuertemente a aquellos que, «creyendo ser luz» se engañan a sí mismos y a los demás. Basta ser críticos frente a lo que nos ofrece la industria alimentaria y farmacéutica, a quienes no les interesa la nutrición o la salud integral de las personas. Notamos que lo que verdaderamente importante, en la sociedad de consumo, es el incremento del gran capital que sostiene al actual sistema.
En el Evangelio, los aparentemente sabios, contrapuestos a los sencillos, nos dan la clave para comprender el plan redentor de Dios. Los sabios, aferrados a sus principios y muy seguros de sí, desconfían de toda propuesta liberadora. Recibimos por parte de Jesús la invitación a optar, por un estilo de vida más sencillo (saludable), en armonía con todo lo creado. Optar por el «buen vivir» (el «sumak kawsay» de los pueblos andinos), como un plan de vida que nos haga más respetuosos para con la «madre tierra». Y como parece ser difícil el camino (porque se ha nadar a contracorriente del sistema-mundo), Jesús ora diciendo: «vengan a mí», ofreciendo todo su respaldo para los cansados y agobiados. Estamos invitados también a orar por nuestras comunidades para que no se cansen de seguir los pasos transformadores de Jesús. 

Fredy Cabrera
Misionero Claretiano

fuente del comentario CIUDAD REDONDA 

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