miércoles, 10 de abril de 2019

DIOS NOS CUIDA Y NOS PROTEGE


¡Este es el día que el Señor ha hecho para nosotros! Alegrémonos y en Él exultemos. Nuestro Dios siempre prepara un día especial para nosotros.
Hoy, el Señor tiene algo para decirnos. ¿Estás preparado para acoger la Palabra de Él?
Dios nos cuida y nos protege. El Salmo 90 nos muestra cuán dependientes debemos ser de Dios, porque en Él no hay decepción. En Dios, encontramos la libertad. Debemos buscar el escondite del Altísimo, estar con Él en el silencio y en la sencillez. ¿Has ido al escondite del Altísimo?
Debemos asumir que hay alguien que cuida de nosotros: el Señor nuestro Dios. Aquel que nos envuelve y nos protege, nos libra del mal. Jesús vino para sanar y salvar lo que estaba perdido.
Si nos alejamos de Dios, nos convertiremos en presas fáciles para el cazador. El salario del pecado es la muerte, y eso contemplamos, día a día, en nuestro medio, entre nuestros familiares y amigos. 
Debemos ser obedientes al que nos ama y cuida de nosotros. El Señor sabe lo que es mejor para nosotros. "Él te librará de la red del cazador y de la peste perniciosa; te cubrirá con sus plumas y hallarás refugio bajo sus alas. No temerás los terrores de la noche, ni la flecha que vuela de día "(Salmo 91,3-5).
Salimos vencedores cuando confiamos enteramente en el Señor. A veces, corremos el riesgo de rezar con la Palabra y no la comprendemos. Y el enemigo intentará, conducirnos a la muerte, y sólo el Señor podrá librarnos.
¿Cuántas veces el Señor te ha librado de los lazos del cazador? El cazador, el maligno, intenta acabar con nuestra vida. Necesitamos confiar plenamente en Jesucristo.
La sombra del Altísimo nos protege.
Sólo es posible atravesar el valle de la muerte en oración, en una vida de intimidad con el Señor. La sombra del Altísimo nos protege. Una gran tentación es la de buscar las sanaciones de Dios, más que al Dios que sana. Necesitamos trabajar por el Reino de Dios. Necesitamos volver, de todo corazón, al Señor nuestro Dios.
Debemos renunciar a todos los ídolos y ofrecer a Dios nuestra vida. El Señor es nuestro refugio, nuestra alegría y seguridad. "Yo Soy tu refugio", dice el Señor. En todas las circunstancias, Él nos protege. Es preciso confiar, en todo momento, en cada situación.
No te desanimes, confía en el que te ama: ¡Jesucristo!

Hermana María Eunice
Misionera de comunidad Canción Nueva
Adaptación del original en portugués


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