Señor y Dios de nuestras vidas,
Fuente de Toda gracia y consuelo,
En la mañana de éste lunes,
cuando la vida despierta a los apuros y trajines propios de la vida,
te confiamos a los nuestros.
Te pedimos por toda nuestra gran Familia Piedras Vivas,
Te entregamos a los que caminan junto a nosotros,
los que asisten a las asambleas y noches de oración,
a los que forman parte de los ministerios,
a los que "son familia" desde sus casas,
allá lejos en la distancia,
acá cerca, desde el corazón.
Inflama los corazones de todos con el Fuego que Santifica,
el Fuego de Tu Amor;
Despierta lo que aún duerme en nuestras vidas
y que puede ser razón de crecimiento, de maduración.
En las luchas de la semana,
otorga fuerzas,
En las sombras de la semana,
danos claridad;
En las decisiones del día a día,
danos Sabiduría
y en todo danos la Alegría, la Paz y la Misericordia
de Tu Corazón.
¡Así sea!
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