sábado, 24 de mayo de 2014

La casa del Señor

"Buenas tardes!
Nuestra casa necesita ser del Señor.
Nuestra familia toda necesita ser entera y únicamente de Él. Es triste ver que todavía muchos de los nuestros están lejos de Dios y no quieren saber de Él; son reticentes, temerosos.
No tenemos el poder de cambiar nuestra casa, pero Jesús lo tiene. Es por eso que El quiere entrar, con nosotros, en nuestra casa.
Yo te digo:
"¡Paciencia, mi hijo! ¡Paciencia mi hija!, Aguanta firme! Retoma, ahora, el camino nuevo del amor y del perdón en tu matrimonio. Tú, hijo, manifiesta amor, cariño para con tu padre, tu madre y tus hermanos. Retoma todo desde el comienzo. Es vida nueva!"
Nadie consigue vivir sin familia, sin amor, sin amistad y sin calor humano. Si no tenemos eso en casa, buscamos afuera.

"Toda nuestra familia precisa ser enteramente del Señor",
dice Mons. Jonas

Dios te hizo hombre para ser padre, fecundar aquella que Dios escogió para ser tu esposa. Dios te hizo hombre para criar hijos y construir tu familia.

Dios tiene confianza en vos, padre de familia, por eso te hizo partícipe de Su poder creador, El te escogió para generar vida, pero desgraciadamente, el enemigo, la mentalidad del mundo han hecho de la sexualidad masculina mugre, suciedad. Tú no eres hombre para eso! Sé que la tentación es constante, principalmente por causa de las novelas, propagandas, filmes que vemos y música que escuchamos.

No has nacido para ser un cabrón, no eres un irresponsable. Por el contrario, eres hijo de Dios, escogido para ser un padre de familia, para probar el cielo con los hijos que El mismo escogió para vos.

Hombres, no somos ningunos estúpidos para continuar siendo destructores de nosotros mismos, de nuestras familias. El Señor no nos hizo para destruir, fuimos escogidos para ser representantes de Dios Padre en nuestra familia.

Dios hizo la mujer enteramente en el amor. Tú, mujer, madre, has sido hecha toda para el amor. Dios te hizo sensible, suave como un pétalo de rosa. Las mujeres son las más heridas, las más lastimadas, y por eso las más perjudicadas.

Mujer has sido escogida por Dios para generar hijos en el propio vientre. dios te hizo mujer para ser madre, para ser educadora. Formar, hacer crecer, dar a los hijos e hijas a Dios. Justamente por causa de la belleza de la elección, el enemigo viene haciendo de todo para desviarte de tu vocación de mujer, de esposa, de hermana, de compañera y educadora. El viene jugando sucio, usando justamente tu sensibilidad. Has sido hecha para amar, para dar y recibir cariño... pero el demonio entró en esa sensibilidad. El usa muchas novelas, filmes, músicas para desviarte del camino de Dios y llevarte a buscar amor y cariño de manera equivocada, con la persona errada, en la hora errada. Tu hambre, mujer, es de amor, pero la tentación desfiguró todo, llevándote a la sensualidad, a la seducción. Buscabas amor, el maligno de devolvió solo pecado... Acabaste siendo la más perjudicada!

Dios puso una inmensa confianza en ti que eres mujer. El puede devolver la pureza a tu corazón, a tu espíritu, puede devolver tu integridad. El te quiere madre, esposa, hermana, compañera y educadora.

Hombre y mujer, luchen por la santidad de ambos, por el matrimonio y por la familia. Necesitamos ser los primeros intercesores de nuestra casa, necesitamos consagrar nuestra familia a aquellos que son los dueños: Jesús y María. Que Jesús gobierne y ponga en orden tu lugar. Que María sea la dueña de tu casa!"

Mons. Jonas Abib
Extraído del libro: "Yo y mi casa serviremos al Señor" 
adaptación del original en portugues
fuente: Portal Canção Nova.

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