lunes, 21 de septiembre de 2015

NOVENA A SAN MIGUEL - Día 2


La coronilla al arcángel Miguel, también llamado Rosario de los Ángeles es un conjunto de oraciones del catolicismo con las que se pide intercesión de cada uno de los coros celestiales

Se comienza la Corona rezando la siguiente invocación:
+ En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Dios mío, ven en mi auxilio.  Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén  (Hacer Petición o Agradecimiento).

I. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Serafines, que Dios Nuestro Señor prepare nuestras almas y así recibir dignamente en nuestros corazones, el fuego de la Caridad Perfecta. Amén.
1 Padre Nuestro
3 Avemarías

II. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Querubines, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de abandonar los caminos del pecado, y seguir el camino de la Perfección Cristiana. Amén.
1 Padre Nuestro
3 Avemarías

III. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Tronos, que Dios Nuestro Señor derrame en nuestros corazones, el verdadero y sincero espíritu de humildad. Amén.
1 Padre Nuestro
3 Avemarías

IV. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de Potestades, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de controlar nuestros sentidos y así dominar nuestras pasiones. Amén.
1 Padre Nuestro
3 Avemarías

V. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de Dominaciones, que Dios Nuestro Señor proteja nuestras almas contra las asechanzas del demonio. Amén.
1 Padre Nuestro
3 Avemarías

VI. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de las Virtudes, que Dios Nuestro Señor nos conserve de todo mal y no nos deje caer en la tentación. Amén.
1 Padre Nuestro
3 Avemarías

VII. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Principados, que Dios Nuestro Señor se digne llenar nuestras almas con el verdadero espíritu de obediencia. Amén.
1 Padre Nuestro
3 Avemarías

VIII. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de Los Arcángeles, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de la perseverancia final en la Fe, y en las buenas obras, y así nos lleve a la Gloria del Paraíso. Amén.
1 Padre Nuestro
3 Avemarías

IX. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Ángeles, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de ser protegidos por ellos durante esta vida mortal, y nos guíen a la Gloria Eterna. Amén.
1 Padre Nuestro
3 Avemarías

Conclusión
En honor a San Miguel.  (1 Padre Nuestro)
En honor a San Gabriel.  (1Padre Nuestro)
En honor a San Rafael.  (1 Padre Nuestro)
En honor a nuestro ángel de la Guarda.  (1 Padre Nuestro)


O Glorioso Príncipe San Miguel, Jefe Principal de la Milicia Celestial, Guardián fidelísimo de las almas, Vencedor eficaz de los espíritus rebeldes, fiel Servidor en el Palacio del Rey Divino,…Eres nuestro admirable Guía y Conductor.
Brilla con excelente resplandor y con virtud sobrehumana, líbranos de todo mal. Con plena confianza recurrimos a vos. Asístenos con tu afable protección para que seamos mas y mas fieles al servicio de Dios todos los días de nuestra vida.

V. Ruega por nosotros, O Glorioso San Miguel,
Príncipe de la Iglesia de Jesucristo….

R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor.

Omnipotente y Eterno Dios, te adoramos y bendecimos. En Tu maravillosa bondad, y con el misericordioso deseo de salvar las almas del género humano, has escogido al Glorioso Arcángel, San Miguel, como Príncipe de Tu Iglesia.

Humildemente te suplicamos, Padre Celestial, que nos libres de nuestros enemigos. En la hora de la muerte, no permitas que ningún espíritu maligno se nos acerque, para perjudicar nuestras almas. Oh Dios y Señor Nuestro, guíanos por medio de este mismo Arcángel. Envíale para que nos conduzca a la Presencia de Tu Excelsa y divina Majestad. Te lo pedimos por los méritos de Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.

ORACIÓN A SAN MIGUEL
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén."

Santísimo corazón de Jesús.
Santísimo corazón de Jesús.
Santísimo corazón de Jesús.

LETANIAS DE SAN MIGUEL
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, óyenos
Jesucristo, atiéndenos.
Padre Celestial, que eres Dios, ten piedad de nosotros.
Hijo Redentor del mundo, que eres Dios, ten piedad de nosotros.
Espíritu Santo, que eres Dios, ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.
Santa María, Reina de los Angeles, ruega por nosotros.
San Miguel, ruega por nosotros.
San Miguel, lleno de gracia de Dios….
San Miguel, perfecto adorador del Verbo Divino….
San Miguel, coronado de honra y de gloria….
San Miguel, poderoso Príncipe de los Ejércitos Celestiales.
San Miguel, porta estandarte de la Santísima Trinidad.
San Miguel, guardián del Paraíso.
San Miguel, guía y consolador del pueblo Israelita.
San Miguel, esplendor y fuerza de la Iglesia militante.

San Miguel, honra ya alegría de la Iglesia Triunfante.
San Miguel, Luz de los Angeles.
San Miguel, valuarte de la verdadera Fe.
San Miguel, fuerza de aquellos que combaten por el estandarte de la cruz.
San Miguel, luz y confianza de las almas en el último momento de vida.
San Miguel, socorro cierto.
San Miguel, nuestro auxilio en todas las adversidades.
San Miguel, mensajero de la sentencia eterna.
San Miguel, consolador de las almas del purgatorio, Vos a quien el Señor encomendó recibir las almas después de la muerte.
San Miguel, nuestro Príncipe.
San Miguel, nuestro abogado.

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, perdónanos Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, óyenos Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, óyenos.
Jesucristo, atiéndenos.
Ruega por nosotros glorioso San Miguel, príncipe  de la Iglesia de Jesucristo.
Para que seamos dignos de sus promesas. Amén.

Información adicional

La coronilla fue revelada en Portugal a la sierva de Dios Antónia de Astónaco aproximadamente en el año 1750. El arcángel Miguel le dijo a la religiosa que deseaba ser honrado mediante la recitación de nueve salutaciones a través de las cuales se invoca la intercesión de San Miguel y del Coro Celestial correspondiente, rezando un padrenuestro y tres avemarías en cada salutación.

Esta devoción se propagó a lo largo de otros países. El papa Pío IX el 8 de agosto de 1851 concedió las siguientes indulgencias a quienes recen la coronilla:

Indulgencia parcial, a los que recen esta Corona con el corazón contrito.
Indulgencia parcial, cada día que lleven consigo la Corona o besaren la medalla de los Santos Ángeles que cuelga de ella.
Indulgencia plenaria, a aquellos que la rezaren una vez al mes, el día que escogieren, verdaderamente contritos, confesados y comulgados, rogando por las intenciones de su Santidad.
Indulgencia plenaria, con las mismas condiciones, en las fiestas de la Aparición de San Miguel Arcángel (8 de mayo); de su Dedicación (29 de septiembre); y de los Santos Ángeles Custodios (2 de octubre).

Promesas y Beneficios
El arcángel Miguel prometió a quien rece la coronilla:

Enviar un ángel escogido de cada coro angelical para acompañar a los devotos a la hora de la comunión.
Y a quienes reciten estas nueve salutaciones todos los días les asegura que:

Disfrutarán de su asistencia continua durante esta vida y también después de la muerte.
Serán acompañados de todos los ángeles y con todos sus seres queridos, parientes y familiares serán librados del Purgatorio.

Referencias Bíblicas de los coros celestiales
“Serafines”, los que arden con el amor (Is 6,2-6) y guardan la entrada al paraíso (Gen 3,24).
“Querubines”, la figuras que Dios manda adornar el arca (Ex 25,18) y el templo de salomón (1 Rey 6,29-39).
“Virtudes”, Rom 8,38; 1 Co 15,24
“Potestades”, 1Cor 15,24; Ef 1,21
“Principados”, Rom 8,38; 1 Co 15,24
“Dominaciones”, Ef 1,21; Col 1,16.
“Tronos”, Col 1,16.

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