martes, 1 de septiembre de 2015

Suave Agitación

"¿Qué es esa "agitación" que tengo adentro?" fue la pregunta que me hizo un amigo en Jesús. "Estoy procurando vivir y moverme en Él -en el Espíritu- y soy visitado por una rara sensación de agitación que no logro entender?",continuó compartiendo.

Vino a mi mente y corazón una imagen que sentí respuesta de Dios.
A quienes les gusta serenarse en quietas aguas de una piscina le habrá sucedido más de una vez estar en tanta calma y serenidad que, llegado un momento, el agua se siente tan natural, que hasta se pierde noción de estar en ella. Es en ése momento en que solemos mover suavemente los brazos y provocar una especie de "suave agitación" cuyo solo fin es recordarnos donde estamos, hacernos sentir en lo más superficial que aquello que nos envuelve es agua.

Cuando vivimos y nos movemos en el Espíritu podemos correr un riesgo: Perder noción -no valorar lo suficiente- Aquello -¡Aquel!- que nos rodea.
Es entonces que la Mano de Dios, con suavidad, agita nuestra "piscina".
Agita el Agua.
Sin esas pequeñas agitaciones que lejos de quitarnos o robarnos la paz, solo nos mueven a cuestionarnos, podemos olvidar que estamos siendo abrazados por el Agua Viva.

¿Hay una agitación suave en tu vida?
Calma!
Puede que sea la Mano de Dios visitando tu piscina!

Dios te Bendice.
Miguel Angel Yunges
Comunidad Piedras Vivas


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