viernes, 19 de febrero de 2016

Buen día, Espíritu Santo!

Buen día, Señor y Padre mío,
No conozco otro despertar más sereno,
-Aún en la inquietud que éste presente-,
Porque contemplo Tu Corazón latiendo por mi
Y de ése Lugar no me quiero alejar.
Y si Tu voz en el amanecer se hiciese presente rompiendo silencios,
si te atrevieses a preguntarme qué necesito para ser feliz
Sólo podría decirte que Tu Espíritu vuelva
una y otra vez sobre mi,
limpiando y liberando aquello que no viene de Ti.
Y te doy Gracias Padre,
Porque sé que Él vendrá;
No tendrá la medida de mis deseos,
Ni de mis esperanzas,
Ni de mis expectativas,
Porque Tu Amor es Mayor que Todo.
Pasa dejando Tu huella,
Y Que ella se vuelva una marca,
Y Así como las arrugas van recordándone el paso del tiempo;
Así ellas me recuerden hoy y siempre de donde vengo,
A dónde voy y quien soy: Hijo de la Gracia,
Hijo Tuyo.
Amén



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