viernes, 12 de febrero de 2016

CERCO DE LA MISERICORDIA - Primer noche


CERCO DE LA MISERICORDIA
COMUNIDAD PIEDRAS VIVAS
Parroquia San Miguel Arcángel


¡Paz y Bien!
Les damos la “Bienvenida” a éste primer Cerco de la Misericordia, ¡que la Gracia de Dios se derrame como una lluvia torrencial sobre cada uno de ustedes, de sus familias, trabajos, relaciones, amistades y enfermos!
Durante 7 Viernes les invitamos a reunirse en el Nombre del Eternamente Santo, Jesús, y dejarse sumergir en ése océano infinito de Amor que enciende corazones, sana enfermos, cura las dolencias más hondas de nuestro espíritu y ¡Salva!

¿Vas a vivir éste tiempo en Familia?
Te invitamos a “preparar en el corazón de Tu casa” un espacio oracional.
Recuerda que somos un todo, una unidad, por eso, para que todo nuestro ser “comprenda desde lo más exterior” que éste momento es “especial” te invitamos a disponer todo.
Procura que en el centro del “altar familiar” LA PALABRA sea la que precida.
Busca una vela, -Jesús es la Luz que todo lo penetra!- y mantenla encendida, al contemplarla tu mente estará recordando la presencia silenciosa de Él que arde de Amor por cada uno de los de tu casa como esa vela encendida.
Coloca algún ícono de Jesús Misericordioso.
Recuerda tener a mano el Rosario,
puedes incluso “bajar las luces” del lugar
y… listo el exterior!
Vamos a predisponer lo más importante: ¡nuestro sagrario interior!

¡Dios Bendiga este Cerco!
¡Lluvia de Gracias, querida Familia Piedras Vivas!




ES HORA DE PEREGRINAR JUNTOS!
Dar de comer al hambriento.
ENSEÑAR AL QUE NO SABE

G1

GUÍA Noche 1
BIENVENIDA

Querida Familia,
El Papa Francisco realizó una gran convocatoria
para que vivamos juntos este Año Santo Extraordinario
Como un MOMENTO ESPECIAL DE GRACIA,
De ACERCAMIENTO AL SEÑOR y de
COMUNIÓN con nuestros hermanos.
Serán siete noches que nos ayudarán a vivir en familia “La cuaresma”,
Un recorrido que irá introduciéndonos
en el Corazón Misericordioso del Padre
Y nos dispondrán a vivir la SEMANA MAYOR: la Semana Santa.
         Al comenzar este recorrido pedimos a María,
         La Madre de la misericordia,
         Que nos ayude a peregrinar juntos como pueblo de Dios
         Tras las huellas misericordiosas de su Hijo, Jesús.


CANTO
Lluvia De Gracia, ¡Derrama, Señor!
Lluvia de Misericordia.
Haz llover en el desierto de mi corazón,
¡Haz llover lluvia de Misericordia!
Me voy a entregar, me voy a encharcar,
De esta lluvia de Gracia, de Paz y de Misericordia.





PRESENTACIÓN DEL TEMA
1

Francisco ha expresado que éste Año de la Misericordia es
UN TIEMPO OPORTUNO PARA CAMBIAR DE VIDA,
UN TIEMPO PARA DEJARSE TOCAR EL CORAZÓN.
¿Será posible CAMBIAR DE VIDA sin encontrarnos con “ALGUIEN” QUE HAGA QUE VALGA LA PENA el esfuerzo?
¿Acaso es posible DEJARSE TOCAR EL CORAZÓN después de tantas experiencias de dolor y decepciones?
         Queridos amigos,
         TODO ES POSIBLE cuando PERMITIMOS QUE
         EL CRISTO NOS ENCUENTRE.
         Todo es posible cuando JESÚS LLEGA y se cuela en nuestras vidas.
         Vivamos juntos esta EXPERIENCIA ORACIONAL llamada
CERCO DE LA MISERICORDIA
Pidiendo al Espíritu Santo nos introduzca y nos asista.





INVOCACION ESPIRITU SANTO
2

Invoquemos juntos la Presencia siempre Nueva del Espíritu Santo a través del canto: (te sugerimos éste canto que con tanta devoción puedes escuchar en nuestras asambleas, o tomar algún otro canto al Espíritu Santo)

¡Ven, ven, ven. Espíritu Santo!
TRANSFORMA MI VIDA, QUIERO RENACER,
QUIERO ABANDONARME EN TI SEÑOR,
SUMERGIRME EN TU RÍO DE AMOR,
DERRIBAR LAS BARRERAS QUE HAY EN MI CORAZÓN.

Nos persignamos diciendo:
+ ¡Abre, Señor mi mente!
+ ¡Abre, Señor, mis labios!
+ ¡Abre, Señor mi corazón;
Para que pueda recibir y anunciar Tu Palabra!         



FRENTE AL SANTISIMO SACRAMENTO
3

(Sólo si la celebración la estás viviendo comunitariamente delante del Santísimo Sacramento en una Iglesia o capilla.
Si estás en tu hogar recita el Salmo 23)

La Ceremonia de comienzo del año Santo tiene lugar en Roma,
A través de una liturgia especifica, cuando el Santo Padre
Abre la llamada “Puerta Santa” que sólo se abre con motivo del jubileo.

El Santo Padre toma un martillo y golpeando tres veces repite:
¡Ábranme las puertas de la justicia; entrando por ellas confesaré al Señor!
Jesús es la “Puerta”, la Verdadera Puerta Santa.
Entremos en este tiempo de gracia,
Vivamos el CERCO DE LA MISERICORDIA,
Doblando nuestras rodillas ante QUIEN NOS REVELA
La grandeza extraordinaria del AMOR Y LA MISERICORDIA DE DIOS.

Te invitamos a cantar o recitar el Salmo 23

Salmo 23
¡Portones alzad los dinteles!
Que se alzen las puertas eternas,
Va a entrar el Rey de la Gloria,
Dios de la Gloria el Dios inmortal.
El Dios Altísimo, Omnipotente Rey de Gloria es Él.
Fuerte y valiente subirá el Señor de los ejércitos, Dios de Israel. ¡Portones alzad los dinteles!
Que se alzen las puertas eternas,
Va a entrar el Rey de la Gloria,
Dios de la Gloria el Dios inmortal.




ORACIÓN A LOS PIES DEL SEÑOR
4
Si la celebración es comunitaria, frente al Santísimo, puestos de rodillas.
Si estamos en nuestros hogares, puestos de rodillas, podemos hacer un momento de silencio, cerrar los ojos y contemplar con el Corazón el Sagrario que acostumbramos visitar. Imaginamos que nuestro corazón está en ése lugar en éste momento y recitamos la oración
Recitamos en dos coros, Varones y mujeres, la “Oración a los pies del Señor”

·        ¡Te adoro, Señor y Creador, oculto en el Santísimo Sacramento. Te adoro por todas las obras que salen de tus manos, porque ellas me muestran toda tu sabiduría y tu bondad y tu misericordia!

·        ¡Oh Señor! Sobre la tierra has esparcido tanta belleza, que ella me habla de la tuya, aunque aquella sea un pobre reflejo de tu belleza.

·        Aunque hayas escondido y ocultado tu hermosura, mi ojo, a quien la fe guía, llega hasta ti y mi alma reconoce a su Creador, su bien más alto, mientras el corazón se sumerge enteramente en adoración.

·        ¡Señor y Creador mío!
Tu bondad me da aliento para hablarte. Tu misericordia suprime la sima que separa al Creador de su criatura. Hablar contigo, ¡Oh Señor! es un deleite para mi porque mi corazón encuentra en ti todo lo que desea.

·        Aquí, tu luz ilumina mi mente para que pueda conocerte cada vez mejor y torrentes de gracias fluyen a mi corazón.
·        Aquí mi alma aspira a la eternidad.

·        ¡Oh, Señor y Creador mío!, Tú solo, más allá de todos estos regalos.
·        Te ofreces a mi y te unes íntimamente a esta criatura insignificante.

·        ¡Oh, Cristo! Deja que mi mayor felicidad sean que te ame y que seas proclamadas tu honra y tu gloria, especialmente el honor debido a tu misericordia.
·        ¡Oh Cristo!, déjame exaltar tu bondad y misericordia hasta mi último suspiro. Que cada latido de mi corazón renueve a cada instante mi gratitud, que cada gota de mi sangre circule solamente por ti.
·        Que mi ser entero sea un himno a tu gloria.
·        Que en mi lecho de muerte, el último latido de mi corazón me encuentre ensalzando el himno de tu amor que a tu misericordia insondable se debe. ¡Amén!
·        ¡Ok Santa trinidad, Dios uno e indivisible,
·        Bendito seas por este gran regalo y testamento de misericordia!
·        ¡Amén!




LITURGIA DE LA PALABRA
5

Tomamos nuestras Biblias y buscamos en el
Evangelio según San Lucas, capítulo 6 Versículos 27 al 38

Pero yo les digo a ustedes que me escuchan: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian. Bendigan a los que los maldicen, rueguen por lo que los difaman.
Al que te pegue en una mejilla, preséntale también la otra; al que te quite el manto, no le niegues la túnica. Dale a todo el que te pida, y al que tome lo tuyo no se lo reclames.
Hagan por lo demás lo que quieren que los hombres hagan por ustedes.
Si aman a aquellos que los aman, ¿qué mérito tienen? Porque hasta los pecadores aman a aquellos que los aman. Si hacen el bien a aquellos que se lo hacen a ustedes, ¿qué mérito tienen? Eso lo hacen también los pecadores. Y si prestan a aquellos de quienes esperan recibir, ¿qué mérito tienen? También los pecadores prestan a los pecadores, para recibir de ellos lo mismo.
Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada en cambio. Entonces la recompensa de ustedes será grande y serán hijos del Altísimo, porque él es bueno con los desagradecidos y los malos.
Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso.
No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den, y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes». Palabra de Dios.




SALMO
6

Buscamos en nuestras Biblias el Salmo 57
Oramos el Salmo en dos coros.

·         Ten piedad de mí, Dios mío, ten piedad,
porque mi alma se refugia en ti;
yo me refugio a la sombra de tus alas
hasta que pase la desgracia.

·         Invocaré a Dios, el Altísimo,
al Dios que lo hace todo por mí:
él me enviará la salvación desde el cielo
y humillará a los que me atacan.
¡Que Dios envíe su amor y su fidelidad!

·         Yo estoy tendido en medio de leones
que devoran con avidez a los hombres;
sus dientes son lanzas y flechas,
su lengua, una espada afilada.

·         ¡Levántate, Dios, por encima del cielo,
y que tu gloria cubra toda la tierra!

·         Ellos tendieron una red a mi paso,
para que yo sucumbiera;
cavaron una fosa ante mí,
pero cayeron en ella.

·         Mi corazón está firme.
Dios mío, mi corazón está firme.
Voy a cantar al son de instrumentos:
¡despierta, alma mía!
¡Despierten, arpa y cítara,
para que yo despierte a la aurora!

·         Te alabaré en medio de los pueblos, Señor,
te cantaré entre las naciones,
porque tu misericordia se eleva hasta el cielo,
y tu fidelidad hasta las nubes.

·         ¡Levántate, Dios, por encima del cielo,
y que tu gloria cubra toda la tierra!



G1
Escuchando al Santo Padre
7

El santo Padre Francisco ha querido hacer de este año Jubilar
Un tiempo de peregrinación.
Que juntos, como Iglesia, peregrinemos al Corazón Misericordioso del Padre a través del Corazón Misericordioso del Hijo.

Mientras contemplamos el Rostro Misericordioso de Dios,
Escuchemos con atención

 “La peregrinación es un signo peculiar en el Año Santo porque es imagen del camino que cada persona realiza en su existencia.
La vida es una peregrinación, y el ser humano es un peregrino que recorre su camino hasta alcanzar la meta anhelada. También para llegar a la Puerta Santa en Roma y en cualquier otro lugar, cada uno deberá realizar, de acuerdo con las propias fuerzas, una peregrinación. Esto será un signo del hecho de que también la misericordia es una meta por alcanzar y que requiere compromiso y sacrificio.
La peregrinación, entonces, es un estímulo para la conversión: atravesando la Puerta Santa nos dejaremos abrazar por la misericordia de Dios y nos comprometeremos a ser misericordioso con los demás como el Padre lo es con nosotros.”
Cantamos:
SOY PEREGRINO EN ÉSTA TIERRA, Marcho contento, hacia Dios,
Soy ciudadano de Su Reino. Voy anunciado Su amor.
HAY UNA LUZ EN MI CAMINO, LA LUZ DIVINA DE LA FE,
ELLA SEÑALA MI DESTINO, LLEGAR A TI, JERUSALÉN

 “En el texto de Lucas, el Señor Jesús indica las etapas de la peregrinación mediante la cual es posible alcanzar esta meta. Dice, ante todo, no juzgar y no condenar. Si no se quiere incurrir en el juicio de Dios, nadie puede convertirse en el juez del propio hermano. Los hombres, ciertamente con sus juicios se detienen en la superficie, mientras el Padre mirar el interior. ¡Cuánto mal hacen las palabras cuando están motivadas por sentimientos de celos y envidia! Hablar mal del propio hermano en su ausencia equivale a exponerlo al descrédito, a comprometer su reputación y a dejarlo a merced del chisme.”
Cantamos
SOY PEREGRINO Y CAMINANTE, Soy mensajero de la Paz,
Traigo a los hombres el mensaje: Que con nosotros Dios esta.
HAY UNA LUZ EN MI CAMINO, LA LUZ DIVINA DE LA FE,
ELLA SEÑALA MI DESTINO, LLEGAR A TI, JERUSALÉN

 “No juzgar y no condenar significa, en positivo, saber percibir lo que de bueno hay en cada persona y no permitir que deba sufrir por nuestro juicio parcial y por nuestra presunción de saberlo todo. Sin embargo, esto no es todavía suficiente para manifestar la misericordia. Jesús pide también perdonar y dar. Ser instrumentos del perdón, porque hemos sido los primeros en haberlo recibido de Dios. Ser generosos con todos sabiendo que también Dios dispensa sobre nosotros su benevolencia con magnanimidad.”
Cantamos:
SOY LUCHADOR Y PEREGRINO, Construir el mundo es mi misión,
Y completar así el designio; De nuestro Padre Creador.
HAY UNA LUZ EN MI CAMINO, LA LUZ DIVINA DE LA FE,
ELLA SEÑALA MI DESTINO, LLEGAR A TI, JERUSALÉN





INTENCIONES
8

A cada intención respondemos:
¡Señor de los peregrinos,
Ayúdanos en nuestro paso por la vida!


·        Te rogamos por nuestro querido papa Francisco, para que le des la fuerza y la serenidad necesarias para conducir a tu Iglesia por los caminos de la misericordia Divina. Oremos…
·        Para que aprendamos a peregrinar, junto a nuestros hermanos, como pueblo de dios. Oremos…
·        Haz que vivamos con alegría y paz este Año Santo y que cada día nos encuentre más comprometidos con nuestros hermanos y compañeros de camino. Oremos…
·        Danos paciencia y fuerza para atravesar la Puerta Santa de Tu corazón. Oremos…
·        Ayúdanos a asumir la misericordia como un estilo de vida en nuestras vidas. Oremos…
·        Que en todo momento de nuestras vidas seamos capaces de transmitir y encontrarnos con la misericordia de tu amor. Oremos…




G1
ENSEÑANZA
Obras de Misericordia
9

Enseñanza referida a OBRAS DE MISERICORDIA:

¿Cómo podemos concretar la misericordia en nuestra vida cotidiana? El Papa nos invita a vivir las obras de misericordia: siete materiales y siete espirituales. Las recordamos, porque son todo un programa existencial.
Comenzamos por las materiales: dar de comer al hambriento; dar de beber al sediento; vestir al desnudo; acoger al forastero; curar enfermos; visitar y redimir presos; y enterrar a los muertos.

Las obras espirituales son: dar consejo al que lo necesita; enseñar al que no sabe; corregir al que yerra; consolar al triste; perdonar las ofensas; soportar con paciencia las molestias de la vida y a los molestos; y rogar a Dios por los vivos y los difuntos.
En definitiva, al final, se nos va a juzgar por cómo hemos practicado las catorce obras de misericordia (Mt 25, 31-46): “Lo que hicisteis con uno de éstos, lo hicisteis conmigo”, nos dirá el Señor. En nuestros días, no nos olvidemos de visitar y atender especialmente a los enfermos y ancianos.

¿Qué sentido tienen las obras de misericordia? Si abrimos el Catecismo de la Iglesia (nn. 2447-2448), se afirma que, bajo sus múltiples formas, son las maneras de atender “las miserias humanas”, signo de la debilidad física y moral humana, muchas veces fruto de los pecados.

Las obras de misericordia tienen su fuente en la misma actitud misericordiosa de Jesucristo, que quiso cargar sobre sí las miserias humanas e identificarse con “los más pequeños de sus hermanos”. Más en concreto, la atención a los más necesitados, mediante las obras de misericordia, se inspiran en las bienaventuranzas, en la pobreza y misericordia de Jesús mismo y en sus manifestaciones hacia los necesitados. De ahí, que los oprimidos por cualquier miseria sean objeto de amor preferencial por parte de la Iglesia. A pesar de los fallos y pecados de muchos de sus miembros, la Iglesia siempre ha estado al lado de los necesitados para aliviarlos, defenderlos y liberarlos.

La Biblia, en el Antiguo Testamento, ya ofrece una serie de medidas jurídicas para aliviar las miserias y la pobreza: así, el año jubilar, la prohibición de préstamos a interés alto, la retención de los salarios, la obligación de compartir los diezmos, etc. Hay que abrir siempre la mano al indigente (Dt 15,11). Dios bendice a quienes ayudan a los pobres y reprueba a quienes se niegan a hacerlo.

Dos notas importantes: por un lado, es verdad que la Iglesia ha sintetizado en “catorce” las obras de misericordia, pero no es un número cerrado. Hay otras miserias que podemos encontrar en los caminos de la vida y en la humanidad de hoy. Por otro lado, en el tema que nos ocupa, más que “hacer”, hay que “ser”: no basta hacer obras de misericordia; hay que ser misericordiosos. A veces, podemos hacer poco, pero nada nos impide tener un corazón misericordioso.

Esta semana procuraremos vivir particularmente dos:

DAR DE COMER AL HAMBRIENTO
No solo se trata del pan en sentido físico, que no deben faltar, sino del pan de la Eucaristía y de la Palabra de Dios; y del agua del Espíritu Santo. Hay que llenar estómagos, pero también cabezas y corazones.


ENSEÑAR AL QUE NO SABE
No se trata de hacernos los “listillos” o “sabihondos”; ni de dar siempre lecciones a todo el mundo. Se trata de informar, sobre todo en asuntos de la vida, a quienes lo necesitan, por estar desorientados o por falta de conocimientos y estudios. Con prudencia y sin humillarlos. Esta bienaventuranza tiene otra cara: dejarse enseñar, porque entre todos vemos más que uno solo y porque aquello que mejor se enseña es lo que más necesitamos aprender.



G1
CORONILLA a Jesús Misericordioso  
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Escribía Santa Faustina:

“Alienta a las personas a decir la coronilla que te he dado…
Quien la recite recibirá gran misericordia a la hora de la muerte.
Deseo conceder gracias inimaginables a aquellos que confían en mi misericordia…”

Presenta en el silencio de tu corazón tus intenciones
Cantamos:
HAZ LO QUE QUIERAS CONMIGO,
Haz lo que quieras en mi,
Hoy yo te ofrezco mi vida
Hoy yo me rindo ante Ti.
TE ENTREGO TODO LO QUE SOY Y TODO LO QUE TENGO
TODO LO QUE QUIERO Y TODO LO QUE SUEÑO
A TI, SEÑOR JESÚS!
Te entrego…


CORONILLA DE LA MISERICORDIA

Al comenzar:

PADRE NUESTRO…
AVEMARIA…
CREDO…
CUENTAS GRANDES
Padre eterno, te ofrezco el cuerpo
La sangre, el alma y la divinidad
De tu amadísimo Hijo
Nuestro Señor Jesucristo,
Para el perdón de nuestros pecados
Y los del mundo entero.
CUENTAS PEQUEÑAS
POR SU DOLOROSA PASIÓN,
Ten misericordia de nosotros y del mundo entero
Al finalizar las CINCO DECENAS
Santo Dios, Santo Fuerte,
Santo Inmortal, ten piedad de nosotros
Y del mundo entero

ORACIÓN FINAL (Celebrante)
“Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús
Como fuente de misericordia para nosotros, en ti confío”





Oración de Protección
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Un protector quiso Dios regalar a Su Pueblo. A él decimos:

Arcángel San Miguel, defiéndenos en la lucha.
¡Ampáranos contra las perversidad y asechanzas del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tu príncipe de la celestial milicia
arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros malignos espíritus
que para perdición de las almas, discurren por el mundo. Amén.








Oración Año Jubilar
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Recemos en dos coros, mujeres y varones,
La oración que el Santo Padre Francisco nos ha propuesto
Para éste año de la misericordia.
·        Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.
·        Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena de buscar la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido. Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la palabra que dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras el don de Dios!
·        Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso.
·        Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios.
·        Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos.
·        Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.




ORACION FINAL
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Señor de los peregrinos,
Que nos enviaste a Jesús para darnos vida plena y mostrarnos el rostro de la misericordia, Te pedimos que Tu Hijo nos guíe y conduzca en nuestro peregrinar en este mundo hacia Tu presencia.
Ayúdanos a ser pacientes y misericordiosos con quienes peregrinan a nuestro lado en la vida. Enséñanos a amar con un sentimiento profundo,
Pleno de ternura, compasión, indulgencia y perdón.
¡Te lo pedimos a ti, que vives y reinas, por los siglos de los siglos!
Amén.





Despedida
14

Querida Familia de Dios, finalizamos dispuestos a vivir
En ésta semana DOS OBRAS CONCRETAS: Dar de Comer al hambriento. Enseñar al que no sabe.
Que María Santísima, Madre de la misericordia, Nos acompañe y podamos mostrar en la vida, El Rostro de Su Hijo y así, La parte divina de nuestra humanidad
Crezca cada vez con más fuerzas dentro de nosotros.

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