La única jerarquía que prevalece es la del amor y ésta está oculta (¿es una jerarquía entonces?). Es el secreto del corazón de cada uno. El hombre encarcelado puede ser más amoroso que el guardián o el juez; la persona con una deficiencia más que su educador; el inmigrante más que el ministro del interior. Al final de nuestra vida seremos juzgados según nuestro corazón, no nuestros vestidos o por las máscaras impuestas por la sociedad, ni según nuestros miedos; seremos juzgados por lo que somos y no por nuestras funciones. Jesús recuerda con fuerza que lo que es importante no es el vestido sino el corazón.
sábado, 17 de marzo de 2018
EL SECRETO DEL CORAZÓN DE CADA UNO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario