martes, 27 de enero de 2015

¿La Virgen María es omnipresente? ¿y los ángeles? ¿y los demonios?

Los ángeles, los santos y la Virgen María poseen modos distintos de acción. Los ángeles, una vez que son puro espíritu, no están ligados a ningún lugar específico y actúan concentrando su atención espiritual en determinado lugar o persona. Esa manera vale tanto para los ángeles cuanto para los demonios.

Los santos, a su vez, están en el cielo, en Dios. Hacen parte de la llamada Iglesia triunfante y su oficio es interceder a Dios por los hombres. Algunos se preguntan sobre la necesidad de esa intercesión, pues Dios sabe todas las cosas, conoce todos los corazones y, por lo tanto, sabe lo que es mejor para cada uno. En respuesta, San Agustín decía que las oraciones de los santos son necesarias para alargar el deseo para la gracia de Dios que vendrá.

La Virgen Santísima ocupa un lugar muy especial; está entre la Santísima Trinidad y los ángeles y santos. Por designio especial, fue escogida por Dios para traer al mundo a Su Hijo. Y dios no cambia. Es por ella, por lo tanto, que Jesús continúa siendo generado a lo largo de la história. Ella oye los pedidos de los hombres, pero, estando en Dios, participa por gracia de aquello que Dios quiere que ella sepa. Con todo, ella no es omnipotente ni aún omnipresente, pero, estando en Dios resucitada (cuerpo y alama) puede esta presente donde quiera que el Cuerpo de Cristo este en el mundo. La Virgen María hace parte de la misteriosa economía salvífica de Dios.

Así cada uno posee su modo propio de operar, según la gracia concedida por Dios, para que los hombres sean salvos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario