lunes, 12 de enero de 2015

RESONAR DE LA PALABRA - LUN 12 ENE


Comienzo de la carta a los Hebreos (1,1-6):

En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a nuestros padres por los profetas. Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo, al que ha nombrado heredero de todo, y por medio del cual ha ido realizando las edades del mundo. Él es reflejo de su gloria, impronta de su ser. Él sostiene el universo con su palabra poderosa. Y, habiendo realizado la purificación de los pecados, está sentado a la derecha de su majestad en las alturas; tanto más encumbrado sobre los ángeles, cuanto más sublime es el nombre que ha heredado. Pues, ¿a qué ángel dijo jamás: «Hijo mío eres tú, hoy te he engendrado», o: «Yo seré para él un padre, y él será para mí un hijo»? Y en otro pasaje, al introducir en el mundo al primogénito, dice: «Adórenlo todos los ángeles de Dios.»

comentario
¿VOLVER O INICIAR?
Tras las fiestas de Navidad, Epifanía y Bautismo, nosotros volvemos al tiempo ordinario. Jesús inicia su vida pública. Me ha dado por pensar si es lo mismo VOLVER a la normalidad, al trabajo, a la rutina… o INICIAR la normalidad, el trabajo, la rutina… Quizá nos ayudará sentir que nunca volvemos a ningún sitio. Que los cristianos no creemos en la reencarnación, ni en el Karma o cosas semejantes, donde se parte del convencimiento de que todo es cíclico, todo se repite de una manera u otra.
“En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a nuestros padres por los profetas. Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo”. No hay vuelta atrás. El Hijo es la Palabra definitiva. Y a veces me da por pensar si realmente vivimos con esta conciencia de crecimiento y progreso hacia Dios, sin vuelta atrás, sin repeticiones. Cada momento, cada “aquí y ahora” es irrepetible. En cada “aquí y ahora” podemos decir que “se ha cumplido el plazo y el Reino de Dios está cerca”. La encarnación de Cristo no fue una broma; iba en serio, no tiene vuelta atrás, todo lo humano está grávido de Dios y… crece con nuestra historia.
Jesús en el vientre de María, Jesús Niño, Jesús adolescente (perdido, como casi todos los adolescentes), Jesús maduro que decide y empieza su propia historia vocacional, su proyecto. Jesús que no quiere hacerlo solo (aunque hubiera podido). Llama a otros y los llama por su nombre. No da igual unos que otros. Cada uno es llamado por algo y para algo. Todos por Él y con Él.
“Y dejaron lo que tenían y se marcharon con Él”. ¿Qué misteriosa fuerza experimentamos para tomar decisiones en la vida que nos dejan sin vuelta atrás? ¿Cuánta fortaleza podemos llegar a sentir cuando ponemos nuestra vida y nuestras redes en manos de Otro? Sin duda, sea cual sea la vocación y estilo de vida que tú has elegido, tú que lees estas líneas, sin duda, has experimentado en algún momento que “El sostiene el universo con su palabra poderosa”, como dice la primera lectura. Y si sostiene todo el Universo, ¿Cuánto más no sostendrá todas tus grietas, dudas, vacilaciones, oscuridades y miedos?
“Y dejaron lo que tenían y se marcharon con Él”. Un buen deseo para recomenzar el año…
Vuestra hermana en la fe, Rosa Ruiz Aragoneses
fuente: Ciudad Redonda

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