Buen día, Espíritu Santo

Padre Dios, al despertar te pedimos:
¡Bendice a cada uno de los nuestros!
Bendice a los que están abiertos a tu gracia,
y bendice a aquellos que, aún cerrados sobre sí mismos,
ansían una vida de gracia.
A los que están clamando Tu Bendición,
Tu ayuda, Tu auxilio
y a los que, enmudecidos por el dolor,
lloran lágrimas de clamor.
Señor, Tú que eres Bueno, ¡Glorifícate!
Glorifícate en Tu pueblo,
el pueblo que has escogido y que vas modelando por el Agua Bautismal.
Sé Tú, Señor, el impulso que nos lleve adelante,
porque Tú eres un Dios de poder, de alegría y de Paz.
Danos el mejor de los días,
permítenos tener el mejor de los días,
junto a Ti,
amparados por la Madre del Cielo,
Y danos Tu Espíritu!
Cúbrenos con Su sombra!
Sumérgenos en tus entrañas para que,
revestidos con la armadura de la Fe hoy podamos salir adelante
en Tu Nombre, en el Nombre de Tu Hijo,
por obra del Espíritu. Amén