domingo, 31 de enero de 2016

Meditación: Lucas 4, 21-30


Posiblemente nos sintamos un poco molestos al leer que los habitantes de Nazaret quisieron impedir que Jesús siguiera difundiendo su mensaje. ¿Acaso no se daban cuenta de quién era? Pero acaso en algunas ocasiones ¿no tratamos nosotros mismos de silenciar a Jesús? ¿Tenemos aspectos de pecado que dudamos que el Señor quiera perdonarnos? Si no le entregamos estas áreas a Jesús, también estamos negando su persona, su poder y su deseo de sanarnos y renovarnos. El Señor está esperando a que abramos el corazón y confiemos en que él nos puede transformar y librar de las debilidades que tengamos.

¿Hay hábitos de pecado en su vida que usted aún no ha reconocido o confesado? Si los hay, esos son los aspectos en los que usted está negando a Jesús, porque no le permite que sea verdaderamente su Señor y Salvador.

Incluso cuando los residentes de Nazaret se preparaban para despeñarlo, Jesús los miraba con compasión: eran sus parientes y vecinos, ¡y los quería! Los conocía mejor de lo que ellos mismos se conocían y, pese a eso, los aceptaba. Sin duda oraba por ellos para que lo aceptaran.

Jesús nos mira a nosotros del mismo modo, con compasión y comprensión. Si nos encontramos atados por algún pecado, el Señor nos pide que abramos el corazón lo mejor que podamos, para curarnos y transformarnos. Si usted lleva un gran peso a cuestas, que le parece que es demasiado grande hasta para Dios, Cristo le pide que lo deposite a sus pies, porque desea que usted y todos confiemos en su amor y su poder.

Esta semana escoja un aspecto de su vida y propóngase escuchar más atentamente lo que le diga el Señor, sin cerrar los oídos. Persista en concentrarse en ese aspecto, sin cambiarlo, hasta que vea que Cristo empieza a intervenir. ¡Jesús lo quiere santificar!
“Señor mío, Jesucristo, te entrego nuevamente mi vida y te ruego que derribes las murallas que he construido alrededor de mi corazón. Ven, Señor, y concédeme tu libertad y tu vida. Gracias, mi Dios.”
fuente: Devocionario Católico La Palabra con nosotros

No hay comentarios:

Publicar un comentario