lunes, 27 de febrero de 2017

¿Qué gano con seguir a Cristo?


¿Por qué seguir un camino en que, muchas veces, somos cuestionados y juzgados?

¡Decidiste dejar otras opciones para seguir a Cristo!
¿Pero, qué ganas con eso?
En Filipenses 3, Pablo dice a la comunidad de Filipos que no podemos entrar en el extremo de creer que conseguiremos el Cielo solo por nuestro esfuerzo y mérito, pero tampoco creer que lo conseguiremos solamente por creer en Jesús.
Pablo afirma que alcanzamos el Reino de Dios por el esfuerzo y por la gracia, o sea, ni un extremo ni el otro.

¿Qué títulos tienes? ¿Cuáles de esos títulos pueden apartarte de Dios y no llevarte al cielo? Pablo tenía gran riqueza intelectual, riqueza de bienes, fuerza y vitalidad.
¿Cuáles son tus riquezas?
Todos las tenemos.
¿Qué te hace cambiar el sentido de tu riqueza para alcanzar la salvación de tu alma? ¿Qué te hace elegirlo a Cristo por sobre todas las otras posibilidades?

Es el encuentro personal con Jesús y el bautismo en el Espíritu Santo lo que nos hace decir como Pablo: “Pero todo lo que hasta ahora consideraba una ganancia, lo tengo por pérdida, a causa de Cristo. Más aún, todo me parece una desventaja comparado con el inapreciable conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por él he sacrificado todas las cosas, a las que considero como desperdicio, con tal de ganar a Cristo” (Fil 3,8-9)

Los bienes espirituales que recibimos no tienen precio. 
La riqueza espiritual que tenemos, necesita ser compartida. Jesús nos enseña que nuestro poder es servir. Tenemos la fuerza y el poder para cambiar la realidad de nuestra familia y de la sociedad.

¿Los títulos son importantes? Sí.
Podemos cursar la facultad, estudiar, tener conocimientos para evangelizar mejor, pero eso no puede estar por encima de Dios.
De nada sirve tener todo y perder la salvación.
¡Volvamos al Señor!
“Dios no nos quita nada, Él nos da todo lo que nos va a hacer plenamente felices”, dice Benedicto XVI.
Entonces, ¿qué gano por seguir a Cristo? ¡El cielo!
El YouCat nos dice: “El Cielo no es un lugar en el espacio sideral. Es un estado del más allá. El Cielo es donde la voluntad de Dios acontece sin resistencia”. El cielo comienza hoy, dentro de nosotros.

Fernanda Zapparolli
Misionera de la Comunidad Canción Nueva
Prédica durante el Retiro de Carnaval 2017
Adaptación del texto original publicado por el portal en español Canción Nueva

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