viernes, 30 de octubre de 2015

Como actuar ante la oración no respondida

Descubre como el cristiano debe reaccionar ante una oración no correspondida.

Orar es dialogar con Dios. En la intimidad de la oración, el corazón rasga el velo del miedo y se abandona en las manos del Padre. Delante de las demandas de la vida, muchas son las cosas a ser presentadas. Muchas son las necesidades que afligen el alma y roban la paz. Con todo, no siempre nuestros pedidos son atendidos. Delante de esa realidad, una pregunta se vuelve eco en el corazón: ¿cómo se debe reaccionar ante la oración no respondida?

Como deve o cristão reagir à oração não respondida
Foto: Wesley Almeida/cancaonova.com
Los padres saben muy bien que no todos los pedidos de sus hijos pueden ser atendidos. Muchos son los motivos que están detrás de un deseo no realizado. Tal vez, la criatura necesite crecer un poco más para que tal necesidad sea escuchada; o tal vez, tal pedido pueda ser peligroso y colocar en riesgo la vida de ella. Muchos padres saben que algunos pedidos que sus hijos les hacen son apenas caprichos disfrazados de necesidad extrema.

Algunos pedidos dirigidos a Dios quieren apenas llenar nuestro ego.

Dios es Padre y sabe que no todos nuestros pedidos podrían ser atendidos en el tiempo en el momento que deseamos. Por amor, El interviene delante de nuestras necesidades y nos concede apenas aquello que necesitamos. Algunos pedidos dirigidos a Dios sólo intentan llenar nuestro ego, pero maquillamos la realidad de tal manera que parecen una necesidad urgente.

Vivimos tiempos en los que nos desacostumbramos a vivir con lo esencial, y esa realidad, muchas veces, es reflejada en nuestra vida de oración. Muchos no soportan vivir con lo esencial y necesitan de lo periférico. Si no adquirimos la sabiduría divina, vamos a cada momento de oración a disfrazar lo periférico de lo esencial.

Lo que hoy no comprendemos mañana puede ser tan claro como la luz del día.

Dios no se deja engañar y nos concede apenas aquello de lo que tenemos necesidad. El conoce el contenido de una intención en su verdadera esencia. Aunque algún pedido sea justo y necesario, los proyectos del Señor para cada uno de nosotros se van revelando en los acontecimientos de la vida. Lo que hoy no comprendemos, mañana puede ser tan claro como la luz del día.

Dios responde todas nuestras oraciones, aunque Su respuesta sea no.

Aunque algún pedido no haya sido atendido no nos desanimemos. El Señor responde todas nuestras oraciones, aunque la respuesta sea "no". Tal vez el hecho de no haber recibido la gracia hoy sea por el hecho de que Dios este preparando lo mejor para el futuro. Renovemos nuestra confianza en el Señor y busquemos lo esencia. Tengamos el coraje de mirar nuestras necesidades espirituales y humanas y veamos si nos estamos comportando o no como niños mimados que de todo tienen necesidad, pero le falta madurez suficiente para discernir la realidad de las intenciones.

Fortalezcamos nuestra alma a la luz del Espíritu Santo de Dios rezando:

"Divino Espíritu,
que con tu Luz de Amor concedes la sabiduría necesaria a los corazones vacilantes, concédenos la gracia de la sabiduría delante de las necesidades y que mi oración, elevada al Padre, sea siempre guiada por aquello que realmente necesito. Apártame del deseo desenfrenado de satisfacer mis caprichos personales y ayúdame a buscar en la fuerza de la oración lo esencial en la vida.
Amén!

Padre Flávio Sobreiro
Bacharel em Filosofia pela PUCCAMP e Teólogo pela Faculdade Católica de Pouso Alegre (MG), padre Flávio Sobreiro é vigário paroquial da Paróquia Santo Antônio, em Jacutinga (MG), e padre da Arquidiocese de Pouso Alegre (MG).
fuente PORTAL CANCION NUEVA.
Adaptación del original en portuguës.

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