viernes, 22 de julio de 2016

La oración de intercesión


La oración de intercesión es un tipo especial de oración que Dios regala a ciertas personas, haciéndolas participar de la oración de Jesús por los hombres. Es una oración guiada por el Espíritu Santo, que nos enseña a rezar como Jesús lo hace. El Espíritu de Dios, al cual le tenemos que pedir que venga a nosotros a enseñarnos, nos hace sentir y ver las cosas como las ve Jesús y nos hace comprometernos con la oración y con la acción en favor de nuestros hermanos. La oración de intercesión implica realizar distintos tipos de oraciones, ofrecer los actos de nuestra vida por las personas por las cuales intercedo, y buscar realizar acciones en favor de ellos, como producto de nuestra oración.
La oración de intercesión no es esporádica, sino que se compromete a ser constante y perseverante, por amor a las personas por las cuales reza. Implica realizar un proceso de discernimiento para descubrir cual es la voluntad de Dios sobre la persona, el grupo o el País por el cual rezo. Este plan de Dios se descubre paulatinamente y en un proceso, debiendo el intercesor ser humilde para darse cuenta cual es. Esta oración de intercesión puede ser hecha con palabras, a través de actos unidos a la oración, o simplemente con pensamientos amorosos en los cuales uno a Dios con la persona por la cual rezo, pudiéndolo hacer a la distancia o rezando al lado de la persona. Si la persona que lee esto nunca ha hecho una oración de intercesión, la aprenderá sencillamente como un niño, haciéndola. Elevará su plegaria por otro, elevará sus manos a Dios, en lo privado por esa persona. Si está cerca lo bendecirá, o sea le dirá el bien en nombre de Dios. Practicándola sencillamente, la aprenderá como un niño que aprende a caminar. El mejor estímulo para aprender, es hacerlo por amor a otro. Preguntémosle sino a una madre que reza por su hijo que se haya en peligro. Se puede uno reunir en grupos para interceder y esos son los servicios de intercesión, así como uno puede interceder en soledad. La persona si es sensible sentirá que alguien reza por ella, si no está acostumbrada a la oración, se sentirá bien, y si es necia no será capaz de sentirla.
Hablando con lenguaje simbólico, diría que la intercesión es como una caricia de Dios que yo le transmito a otro a través de la oración.

Julio D Nardini

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